Lecturas para grado Octavo

Lecturas para grado octavo

ÚLTIMA LECTURA DE PRIMER PERIODO


Viernes 27 de marzo de 2020
                     MITOS DE ORIGEN DE PUEBLOS INDÍGENAS DE COLOMBIA
MITO MUINANE
Publicado por: Juan Carlos Alonso G.

LA GRAN SERPIENTE
Dijoma es un gran cacique. Quiere seguir el “estudio”, el “camino” de la boa de agua - anaconda- con el fin de saber qué hay en el mundo acuático. Dentro del proceso de aprendizaje infringe la dieta sexual. Aquello serpentino que ya se había formado en él, cae de su frente durante el baño, sin que el irresponsable aprendiz se percate de ello y se convierte en una culebrita que posteriormente encuentran sus hijas en la quebrada.
Llevan el animal a la casa y lo depositan en forma sucesiva en diferentes recipientes vacíos, cada vez más grandes, los cuales terminan rebosantes de agua, pues esa víbora es la dueña del agua. Luego, puesta en un hoyo en el patio de la maloca, lo va agrandando hasta convertirlo en una gran laguna. La más hermosa de las hijas de Diijoma alimentaba a la culebra con bolas de almidón de yuca. El día en que el ostentoso cacique celebra un baile ritual para hacer conocer de toda la gente la mascota de sus hijas, el animal devora a su cuidandera junto con el almidón que ésta le ofrece. Diijoma, resuelto a vengar a su hija y a recuperar los collares que ella luciera el día de la tragedia y en los cuales reside su poder como cacique, se deja devorar por la bestia. Recupera los tesoros y procede a rasgar lentamente el costado de la sierpe. Sufre al hacerlo porque a quien hiere es a su propio espíritu. El animal inicia un largo recorrido hasta llegar al mar. En este pasaje devora muchas gentes que viajan con sus respectivos productos hortícolas y bebe de todas las aguas con la intención de ahogar a su verdugo. Del mar regresa agonizante; del mar del oriente. Llega al sitio de partida donde el vengador concluye su labor dándole muerte para luego salir por el costado roto. Muchos de los episodios de este largo viaje sirven para nominar ríos y lugares, codificando el territorio. La hija superviviente convence a su padre para repartir segmentos del ofidio; las gentes al recibirlos obtienen de paso sus nombres como naciones: serán los mirañas, los boras, los uitotos, los diversos grupos muinane, los brasileños, los peruanos, los colombianos, los gringos, los enanos, todos los pueblos. El vindicador siembra la yuca cuyos esquejes había almacenado la boa en su panza y continúa planeando venganzas. La infidelidad de su mujer durante tan larga ausencia ciclo anual lo impulsa a la siguiente metamorfosis, esta vez sí lograda a cabalidad: se convertirá en águila con el concurso de la paloma quien lo instruye en los secretos del vuelo. Empolla un huevo hecho con el almidón de la yuca que la anaconda llevaba en su vientre. Los esquejes que ha plantado, poco a poco dan lugar a una gran ceiba; en sus ramas confecciona el nido. Al nacer la cría la alimenta con presas humanas, comenzando por el amante de su mujer y continuando con casi todas las gentes de la tribu de ésta, para luego extender la vindicta a los miembros de la propia comunidad y posteriormente a otras naciones. Reunidos los sobrevivientes y poseídos algunos de ellos por el espíritu avizor del yagé, descubren la causa de sus males y planean la destrucción del comegente. Vencido al fin con la ayuda de su hija, despedazan su cuerpo y siguiendo las instrucciones del propio gavilán, con los miembros fabrican los instrumentos y atuendos utilizados en la ceremonia del yáadiko, el palo ahuecado que representa la Canoa- serpiente, el tronco de la yuca, el principio serpentino de la creación, el origen de las tribus, el pilar invisible de la casa-templo comunal. Los abuelos consejeros echan mano de este complejo relato en muchas circunstancias: el humano pertenece a la comunidad que tiene su ámbito propio en la maloca, el espacio humanizante por excelencia donde se afirma la existencia comunitaria; no es lo propio del hombre estar tratando de volverse animal, dejando su puesto y recurriendo al acto muy individualista de la brujería; el hombre encuentra en el animal su interlocutor pero no debe hacerse como él, y en el caso extremo de intentarlo ha de cumplir con todas las prescripciones hasta el final, sin dejar cabos sueltos; a fuerza de no contar con los otros, a fuerza de radicalizar el sí mismo. Diijoma sufre y perece: no es un ser del mundo de arriba -águila-, ni de abajo -serpiente-, es un ser para vivir en la comunidad de los hombres en donde finalmente queda repartido, integrado. Todo en este mito es circular como los mismos anillos de la serpiente.


Jueves 26 de marzo de 2020
                     MITOS DE ORIGEN DE PUEBLOS INDÍGENAS DE COLOMBIA
MITO KURRIPACO
Publicado por: Juan Carlos Alonso G

ORIGEN DE LOS SERES

Ñapiríkuli después del juego de la pelota regreso a su casa en Waitjipan, un cerro a orillas del Guainía. Allí encontró a una mujer con su hijo, al que llamó Kuwai, el secreto.
Este nombre se le daba para que no muriera nunca. Ñapiríkuli no sabía todavía cómo iba a quedar el nombre, pero esperaba que este nunca muriera, quería que la humanidad fuera eterna. Tenía planeado que cuando un hombre llegara a cierta edad avanzada, entonces debía meterse tres días en una pieza en memoria del seso, de la voz y del pensamiento, los tres principios de la existencia humana, de allí saldría como nuevo, la pieza ya la había preparado Ñapiríkuli en su casa, en Waitjipan; entonces Kuwai murió.
Ñapiríkuli pensaba: “No, no voy a dejar entrar la muerte a este mundo.” Así que metió a Kuwai en una pieza y le dijo a la mamá: esté tranquila, a su hijo no le va a pasar nada, en tres días el va a salir de la habitación. Ñapiríkuli quería probar a la mujer, quería ver que tan obediente era. Le dijo: pero estos tres días la puerta va a estar cerrada, usted no la puede abrir, ni llamar a su hijo para que salga. Ñapiríkuli dejo entonces a Kuwai en la pieza. Su madre lloraba y se quejaba amargamente: “Kuwai…..Noooooo….” pasaron así dos días, ahora solo faltaba uno para que Kuwai saliera de la habitación “Ñapiríkuli no está”, pasaba la mujer que lo había visto irse con su cerbatana, así que le entro una gran desconfianza, ¿qué será lo que pasa en esa pieza? Se preguntaba, y la curiosidad no la dejaba tranquila. Desobedeciendo, fue hasta la puerta y llamo a su hijo. Ñapiríkuli no se había ido; escondido miraba todo lo que hacía la vieja.
-¿Kuwai? Llamaba.
-Ahhh... Le respondió una voz lejana.
-Hijo, ¿cómo estás? ¿Bien?
La mujer hacia un gran esfuerzo para no entrar al cuarto donde estaba su hijo, se preguntaba; mientras tanto Ñapiríkuli la observaba, hasta que no pudo más y por un hueco que había por encima de la puerta, se encaramo y entro. Kuwai estaba parado en la mitad de la habitación, pálido, muy pálido, casi sin pelo y con tierra en la coronilla. La vieja conmovida, no pudo aguantar el llanto y las lágrimas salieron de sus ojos. Pero Kuwai, al mojarse con las lagrimas de su adre se deshizo, quedando nada mas un montoncito de huesos. La habitación quedo en silencio. “Mal hecho; esto no debió haber pasado, ahora la muerte reinara para siempre. Ahora el que nace tendrá que morir,” la reprendía Ñapiríkuli enfurecido. “usted tiene la culpa, por haber llorado. Y por haber llorado ahora, llorará siempre. Sacó tabaco y lo soplo, el humo ascendió suavemente.
Fabrico una casa muy oscura Yarudati, donde van los espíritus de los hombres muertos.
En Naken Caranacoa- Río Guainía-, hay una casa de esas y otra en Kuyarí. Ñapiríkuli le mostró los despojos del hijo por última vez a la mujer para que llorase para siempre.
Después con tiras de macanilla bien tejidas y amarrándolas dos veces hizo la puerta para la casa de los espíritus. Por esa puerta entran pero nunca salen. “aquí va a vivir usted, “dijo Ñapiríkuli, dirigiéndose a los restos de Kuwai, y lanzándolos a través de la puerta que, después se cerró emitiendo un fuerte bramido. Cada vez que alguien muere se oye, por ahí a las seis de la tarde, el eco de una puerta cerrándose y los bramidos; el espíritu de un muerto acaba de ser encerrado. 

Miércoles 25 de marzo de 2020
                      MITOS DE ORIGEN DE PUEBLOS INDÍGENAS DE COLOMBIA
MITO KUIVA

Hace muchos años solo vivían los animales en la tierra; una tarde se sintió un ensordecedor ruido de truenos y se vio que un rayo salió veloz hacia el cielo y lo partió, de la herida broto sangre que fue absorbida por el hilo luminoso del rayo y secada por su calor; una vez seca se convirtió en costra y al otro día cayó en pedazos sobre la selva.
Cada pedazo de costra era un pedazo de sangre del cielo que se había coagulado y al caer sobre la selva se rompió y se convirtió en un hombre; como fueron muchos los pedazos de costra que cayeron, mucho fueron los hombres que aparecieron.
En un principio no supieron que hacer, salvo mirarse extrañados ya que nunca se habían visto, pero poco a poco se fueron relacionando, y al llegar la tarde convinieron permanecer juntos en una cueva muy grande que había cerca; y al amanecer salieron y contemplaron admirados el sol que todo lo iluminaba, caminaron por entre el follaje, sintieron cansancio y tuvieron hambre; se sentaron y así mitigaron lo primero; lo segundo, el hambre aumentaba y no sabían que comer. Recostados en los troncos de los árboles vieron llegar otra tarde; depronto uno miro las ramas y observó como una gran cantidad de pájaros comían sus frutos; se incorporó y lanzo un grito; sus compañeros sorprendidos lo miraron, y al mostrarle lo que hacían las aves, subieron al árbol y empezaron a coger y a comer también. ¡Que felicidad!, el hambre empezaba a desaparecer; estaban comiendo mangos. Días después ya distinguían lo que servía para comer y resolvieron nombrar su primer jefe: fue Bouque. Lo primero que este hizo fue repartir las tierras y cuidar que los demás lo respetaran; después les enseñó cosas; fabricar arcos y flechas para cazar animales, colocar las carnes de los animales sobre el fuego y comerlas después, cultivar las tierras, bañarse en las aguas, vivir en comunidad, etc.; Daimú, diosa del sueño con sus dedos invisibles les bajó los párpados la segunda noche de la estada en la tierra y les enseñó a dormir para descansar.

Martes 24 de marzo de 2020
MITOS DE ORIGEN DE PUEBLOS INDÍGENAS DE COLOMBIA
MITO U’WA

AL PRINCIPIO, el universo estaba conformado por dos esferas: un mundo de arriba de luz cálida y seca y un mundo de debajo de oscuridad húmeda y vació -. Vino después el movimiento y los mundos de abajo y de arriba se mezclaron, y como resultado de esta mezcla surgió el mundo intermedio, el mundo de arriba es blanco, el mundo de abajo es rojo, de la mezcla se formaron el mundo azul y amarillo. Los mundos Ye arriba y de abajo son indestructibles. Pero, por el contrario el mundo intermedio solo puede existir si se mantiene esos dos mundos originales.
Los hombres habitan en el mundo intermedio, y allí la vida fue creada a partir de los materiales que pertenecen a los dioses del mundo de arriba y de abajo. Estos materiales están almacenados en distintas esferas, y son por lo general lagos de colores. Todo lo que existe en el mundo paso a través de esta esfera durante el momento de su creación y en ese paso tomó todas sus propiedades.
El mundo de arriba, blando, es el lugar donde habita el agua pura y el mundo terrenal se presenta con las montañas cubiertas de nieve. Al interior del mundo amarillo se encuentran las propiedades de las enfermedades y el rojo es el mundo de la fertilidad y de la sangre menstrual. El barro es el material de las que están hechos todos estos elementos, los guardan los dioses en distintas esferas. Los dioses chamanicos viajeros robaron por medio de engaños el barro que se encontraba en estas esferas y lo llevaron al mundo intermedio, el mundo de los hombres.
Por lo tanto todos los seres y las cosas del mundo intermedio terrenal poseen todo lo esencial para la vida, de la misma fuente y por procedimientos similares, todos los seres están compuestos por una misma materia. Así, no existe diferencia entre los seres vivos que habitan en el mundo intermedio, toda la naturaleza, todos los seres del mundo intermedio, incluyendo al hombre, reciben estos regalos de los dioses.
RUKWA, el sol estuvo pensando. Debía mandar el calor del sol y el agua de los lagos del mundo de arriba, al mundo intermedio, para que allí las semillas crecieran. Lo que descubrió RUKWA era que a pesar de que todo ya había sido creado, el mundo todavía no había sido puesto en movimiento, con el propósito de lograrlo, mezclo el calor del sol con el agua de los lagos y puso entonces en movimiento el proceso de la vida y de la muerte en el mundo intermedio.

Lunes 23 de marzo de 2020
MITOS DE ORIGEN DE PUEBLOS INDÍGENAS DE COLOMBIA
MITO NUKAK MAKU

IDN KAMNI creo el mundo con saliva y tierra. Hizo el mundo antes de que fuera quemado por las llamas que vinieron de abajo del Río Venado, la primera gente vino al mundo en una canoa culebra que dejo sus huevos en los rápidos del Río de la Leche. Viniendo por el Río Venado, donde fluyen todos los ríos de todo el mundo. IDN KAMNI obtuvo la noche, el sol estaba detenido y al tumbar el árbol de Ye se formó el río. Los jaguares devoraron al pueblo de IDN KAMNI y este los vengo dándoles muertes con el rayo. Luego IDN KAMNI formo goma de árbol balata y soplando con humo, hizo una mujer culebra que quería como esposa y con ella tuvo un hijo; de su vientre de diente de piraña se crearon todas las alimañas de este mundo.
IDN KAMNI busco otra mujer, pero esta otra mujer aguati se fue a la casa de los buitres quienes IDN KANMNI; tuvo que ahogar; después de la búsqueda de miel tuvo que matar a la mujer. Entonces IDN KAMNI hizo un baile y se fue al cielo.

Sábado 21 de marzo de 2020

                      MITOS DE ORIGEN DE PUEBLOS INDÍGENAS DE COLOMBIA
MITO TIKUNAS

EL DIOS YUCHU vivía desde la eternidad en el mundo en compañía de las perdices, los paujiles, los monos y los grillos; había visto como envejecía la tierra, a través de ello se daba cuenta que el mundo vivía y que la vida era tiempo y que el tiempo también era muerte. En la tierra no existía un lugar más bello que allí donde vivía el dios Yuche: una choza en un claro de la selva, muy cerca de un río rodeado de playas de arena fina. En este lugar todo era tibio; ni el calor ni la lluvia entorpecían la belleza de aquel lugar. Se dice que ningún hombre ha visto este lugar, pero los tikunas esperan ir allí algún día. Un día Yuche fue a bañarse al río, como de costumbre. Llego a la orilla y se metió en el agua hasta quedarse completamente sumergido. Al levantar la cara, se inclinó hacia adelante y se observó en el espejo del agua. Descubrió por primera vez que había envejecido. Al ver que había envejecido se sintió profundamente triste “¡y estoy muy viejo y solo! Ay, si me muero la tierra quedara todavía más sola” dijo: Apesadumbrado, emprendió lentamente el camino de regreso a su casa el susurro de la selva y el canto de los pájaros lo llenaron de una inmensa melancolía. Mientras caminaba por el camino sintió de pronto un dolor en la rodilla, como si le hubiera picado un animal sin darse cuenta. Entonces pensó que pudo haber sido una avispa. Poco a poco empezó a sentir que lo invadía un pesado sopor “es raro como me siento”, dijo: “me acostare cuando llegue” siguió caminando con dificultad y cuando dentro a la choza se acostó y quedo dormido. Tuvo un sueño. Soñó que entre más sonaba más envejecía y más débil se ponía y que de su cuerpo moribundo se engendraban nuevos seres. Despertó muy tarde al día siguiente, intento levantarse pero el dolor no lo dejaba moverse. Entonces se miró la rodilla y descubrió que la tenía hinchada y transparente, le pareció ver que algo se movía en el interior de su rodilla acerco más los ojos y vio con sorpresa que en el fondo había dos seresdisminuto que trabajaban y se puso a observarlos, las criaturas eran un hombre y una mujer, el hombre templaba el arco y la mujer tenía un chinchorro. Entonces el dios Yuche le pregunto; “¿quiénes son ustedes? ¿Cómo llegaron aquí?” El hombre y la mujer levantaron la cabeza; miraron a Yuche, pero no dijeron nada y siguieron con sus labores, el dios Yuche al ver que no le contestaban, hizo todo el esfuerzo por levantarse, pero cuando intento ponerse de pie, cayó en la tierra. En el instante que se golpeó la rodilla contra el suelo, salieron de adentro los dos pequeños seres, que enseguida empezaron a crecer el tiempo que empezaba a morir el dios Yuche. Cuando el hombre y la mujer se convirtieron en adultos, Yuche murió. Los primeros tikunas se quedaron un tiempo en aquel lugar y tuvieron muchos hijos. Más tarde se fueron porque querían conocer más tierras y desaparecieron.


Viernes 20 de marzo de 2020

                         MITOS DE ORIGEN DE PUEBLOS INDÍGENAS DE COLOMBIA
                                                                            MITO WAYUU

Al principio solo vivía Mareiwa, allí arriba muy lejos cerquita de kar (sol) y al lado de kachi (luna) también vivía con ellos juya (lluvia) y aquí abajo estaba Mma (tierra) muy sola. El sol kar tenía una hija llamada Warattui (Claridad), y al Wna Kashi tenía otra hija llamada Pluushi (oscuridad), un día juya empezó a caminar y se encontró a Mma. Juya se enamoró de la tierra Mma ella y con su alegre canto y se formó un juka (rayo) que penetro a Mma y broto de ella una Ama Kasutai (caballo blanco), que se convirtió en Ali Juna y fue el padre de todos los Ali Juna blanco. La tierra Mma quería más hijos y entonces Juya siguió cantando y muchos rayos cayeron y Mma pario un Wunu Lia (las plantas) que brotaban en su vientre y tenían muchas formas y tamaños. Pero todas eran quietas y no se movían. Mma seguía triste porque ella quería hijos que caminaran y se movieran, y fueran de un lugar a otro. Maleiwa no quería ver triste a Mma, por eso vino a Wotka Sairu, aquí en la alta guajira y tomo Pootchi (barro) “ustedes serán loa Wayuu (los hombres) hablaron y caminaron por todas partes esta tierra será suya” seguía haciendo figuras, pero a ellos les dijo: a ustedes no las dejo hablar, ustedes serán Muruulu (los animales) los hizo de diferentes tamaños y formas, unos grandes y unos pequeños, unos con cuatro patas y otros con dos a unos les dio brazos para volar, a otros les dejo aquí caminando. Maleiwa es el Julaulashi (jefe u autoridad superior) les ordeno a los Wayuu que no podían pelearse, que tenían que vivir en paz y respetarse. “no puedes matar a ningún Wayuu, porque será vengado y pagara todo tu familia, no derrames sangra porque en ella está la vida, por eso cuando la derrames cóbrala. No cojas lo ajeno, no es tuyo, si lo haces tendrá que pagar tres veces más el daño hecho” Esas son las ordenes de Maleiwa y nosotros la respetamos y la cumplimos todo lo han hecho, nuestros antepasados y nosotros ahora. Así vivieron mucho tiempo los Wayuu, hasta que un día dejaron de cumplir las órdenes de Maleiwa, a él no le gusto y mando la lluvia juya para que los castigaras, Juya no quería castigar a los Wayuu y se puso a llorar, lloro y lloro mucho durante muchos días, hasta que la tierra Mma se llenó y no quedo donde vivir, pero un wayuu que si cumplía las leyes supo por un sueño lo que iba a pasar, entonces preparo una canoa de Ipa (piedra), y en ella metió animales, semillas de plantas, a sus mujeres e hijos y cerro bien, y el llanto de la lluvia Juya hizo que la canoa subiera. Un día la lluvia Juya ya no quería más lágrimas y dejo de llorar. Entonces la tierra Mma se comió el dolor hasta que se secó y se quedó sin nada, no había plantas ni animales, ni gente ni nada. Cuando el Wayuu sintió que la cano Ipa ya no se movía abrió y salió con su gente y animales y empezó a caminar y como todo estaba blandito al caminar dejaba su huella, la canoa Ipa era muy pesada y también dejo huella, que todavía se ven. Con el tiempo esta se partió en dos pedazos; una parte quedo aquí en Aun Wapa, y la otra allá al otro lado separado por una montaña. 

Jueves 19 de marzo de 2020
MITOS DE ORIGEN DE PUEBLOS INDÍGENAS DE COLOMBIA
MITO GUÁMBIANOS 


Primero estaba la tierra y eran las lagunas grandes, la mayor parte de todas las lagunas se llamaba Nupisu, Piendamo, y se encontraba en el centro de la sabana del páramo, como una Matriz, como un corazón; era Napirripu, que es un hueco muy profundo, el agua es vida, primero era el agua y la tierra, el agua no es buena ni es mala, de ella resultan cosas buenas y cosas malas, allá en las alturas era el agua, lluvia intensamente, con aguaceros y tempestades, los ríos venían grandes, con inmensos derrumbes que arrastraban las montañas y traían piedras como casas. Venían grandes creciente e inundaciones, esta era el agua mala En este tiempo, estas profundas quaicadas (abertura entre dos montañas) y estas peñas no eran así; todo era pura montaña, pero esos ríos a hicieron cuando corrieron hasta formar el mar, el agua es vida nacen en las cabeceras y baja en los ríos hasta el mar y se devuelve, pero no por los mismos ríos si no por el aire, por las nubes, sube por las guaicadas y, por los filos de las montañas, alcanza hasta el páramo, hasta la sabanas y cae otra vez como la lluvia, cae el agua que es buena y es mala. Allá arriba, como la tierra y el agua, estaba él – allá, el pishimisak y el kallim. El mismo pishimisak, a la vez masculino y femenino que también ha existido desde siempre, todo blanco, todo bueno, todo fresco, del agua nació el kosrompoto, el arcoíris que iluminaba todo con su luz; allí brillaba y el pishimisak lo veía alumbrar. Dieron muchos frutos, dieron mucha vida, el agua estaba arriba en el páramo y abajo. Donde no había el agua se secaban las plantas, se caían las flores, morían loa animales. Cuando bajo el agua todo creció y floreció, retoño toda la hierba y hubo alimento aquí abajo. Era el agua buena. Antes en las sabanas del páramo, el pishimisak tenía todas las comida, todos los alimentos, el – ella era el dueño de todo, ya estaba allí cuando se produjeron los derrumbes que arrastraron las gigantescas piedras y formaron las guaicadas, pero hubo otros derrumbes. A veces el agua no nacía en las lagunas para correr hacía el mar, si no que se filtraba en la tierra, la removía, la aflojaba y entonces caían los derrumbes, esto se desprendieron desde mucho siglo delante, dejando grandes heridas en las montañas. De ello salieron los humanos que eran la raíz de los nativo, al derrumbe le decían pirran uno, es decir, parir el agua. A los humanos que allí nacieron los nombraron los Pishua. Los pishua vinieron en los derrumbes, llegaron en las crecientes de los ríos. Venían arrastrándose y golpeando las grandes piedras por debajo del agua, y encima de ella venia el barro, la tierra. Luego el agua sucia; en la superficie venia la palizada, las ramas, las hojas, los árboles arrancados y, encima de todo venían los niños chumbados. Los primeros humanos nacieron del agua, venidos en los shua, en los restos de vegetación que arrastra la creciente, son nativos de aquí de siglos y siglos. En donde salía el derrumbe en la gran herida de la tierra, quedaba olor a sangre, es la sangre regad por la naturaleza, así como una mujer riega la sangre al dar a luz a un niño. Los pishua no eran otra gentes, eran los mismos guámbianos, gigantes muy sabios que comían salde aquí de nuestro propio salado, y no eran bautizados. Ellos ocuparon todo nuestro territorio, ellos construyeron todo nuestro Napirau, antes de llegar los españoles. Era grande nuestra tierra y muy rica. En ella teníamos mina de minerales muy valiosas como el oro que se encontraba en Chisquio, en San José y en corrales, también recursos que sabíamos utilizar con nuestro trabajo para vivir bien.

Miércoles 18 de marzo de 2020

MITOS DE ORIGEN DE PUEBLOS INDÍGENAS DE COLOMBIA
MITO AHAGUA 
ORIGEN DE LOS SERES


 En el mundo de los Achaguas hubo una serpiente que no solo mataba a ellos si no a los habitantes del Orinoco y como estaba acabando con todos, imploraron a purú su dios creador para que los socorriera y como hasta Él llegaron y fueron escuchadas las plegarias, un día les envió a su hija, la cual mato a la culebra y lo arrojo lejos. Los indios, felices por el acontecimiento realizaron grandes festividades en honor de purú y de su hija y mientras bailaban y bebían, la culebra se podría y de su cuerpo en descomposición brotaban por doquier gusanos que una vez tocaban con su cuerpo en tierra se convertían en indios caribes, sus posteriores inmortales enemigos. 
Autor Luis María Sánchez. Publicado por Juan Carlos Alonso G 

Martes 17 de marzo de 2020

El eclipse

Por: Augusto Monterroso

Cuando fray Bartolomé Arrazola se sintió perdido aceptó que ya nada podría salvarlo. La selva poderosa de Guatemala lo había apresado, implacable y definitiva. Ante su ignorancia topográfica se sentó con tranquilidad a esperar la muerte. Quiso morir allí, sin ninguna esperanza, aislado, con el pensamiento fijo en la España distante, particularmente en el convento de los Abrojos, donde Carlos Quinto condescendiera una vez a bajar de su eminencia para decirle que confiaba en el celo religioso de su labor redentora.
Al despertar se encontró rodeado por un grupo de indígenas de rostro impasible que se disponían a sacrificarlo ante un altar, un altar que a Bartolomé le pareció como el lecho en que descansaría, al fin, de sus temores, de su destino, de sí mismo.
Tres años en el país le habían conferido un mediano dominio de las lenguas nativas. Intentó algo. Dijo algunas palabras que fueron comprendidas.
Entonces floreció en él una idea que tuvo por digna de su talento y de su cultura universal y de su arduo conocimiento de Aristóteles. Recordó que para ese día se esperaba un eclipse total de sol. Y dispuso, en lo más íntimo, valerse de aquel conocimiento para engañar a sus opresores y salvar la vida.
-Si me matáis -les dijo- puedo hacer que el sol se oscurezca en su altura.
Los indígenas lo miraron fijamente y Bartolomé sorprendió la incredulidad en sus ojos. Vio que se produjo un pequeño consejo, y esperó confiado, no sin cierto desdén.
Dos horas después el corazón de fray Bartolomé Arrazola chorreaba su sangre vehemente sobre la piedra de los sacrificios (brillante bajo la opaca luz de un sol eclipsado), mientras uno de los indígenas recitaba sin ninguna inflexión de voz, sin prisa, una por una, las infinitas fechas en que se producirían eclipses solares y lunares, que los astrónomos de la comunidad maya habían previsto y anotado en sus códices sin la valiosa ayuda de Aristóteles.
Lunes 16 de marzo de 2020

CRONISTAS DE INDIAS
(CuartA PARTE)
PORJusto Fernández López

La publicación de las crónicas fue, en muchos casos, tardía. Muchos autores no alcanzaron a ver sus obras impresas. Aún hoy se siguen publicando obras inéditas, que en su tiempo circulaban en círculos muy reducidos o fueron usadas como fuente por cronistas posteriores.
Cronistas oficiales de Indias: El cargo de cronista de Indias se inicia con la documentación reunida por Pedro Mártir de Anglería, que pasa en 1526 a Fray Antonio de Guevara. Juan López de Velasco sigue los papeles del cosmógrafo mayor Alonso de Santa Cruz. Antonio de Herrera es nombrado cronista mayor de Indias en 1596, y publica entre 1601 y 1615 la Historia general de los hechos de los castellanos en las islas y Tierra Firme del mar Océano, conocida como Décadas. Antonio de León Pinelo (recopilador de las leyes de Indias), Antonio de Solís y Pedro Fernández del Pulgar cubrieron el cargo durante el siglo XVII. En el siglo XVIII, se crea la Real Academia de la Historia, que trabaja paralela al Archivo General de Indias. Destaca en esta etapa Juan Bautista Muñoz con su Historia del Nuevo Mundo, que quedó incompleta.
Cronistas destacados: Bernal Díaz del Castillo, Fernando de Alva Ixtlilxóchitl, Inca Garcilaso de la Vega, Pedro Cieza de León, Hernán Cortés, López de Gómara, Diego Durán, Francisco Ximénez, Fray Toribio de Benavente, Fray Bernardino de Sahagún, Fray Francisco Vásquez.

Sábado 14 de marzo de 2020
CRONISTAS DE INDIAS
(tercerA PARTE)
PORJusto Fernández López

as crónicas de Indias son una fuente para conocer no sólo la historia del descubrimiento y conquista de América, así como del desarrollo histórico de los virreinatos de ultramar, sino también del mundo prehispánico.
Estas crónicas se inician con el famoso Diario de a bordo de Cristóbal Colón, en el que describe de manera pormenorizada sus primeras impresiones de las Antillas. Estas descripciones inician una larga serie de crónicas dedicadas a la descripción de múltiples aspectos de la naturaleza y de las culturas americanas, entrelazados con los propios hechos de los españoles en el largo proceso de colonización de los reinos de Indias.
Hay dos grupos de cronistas: los que habían estado en América o habían sido protagonistas de alguna de las hazañas de la conquista, y transmitían vivencias personales o noticias adquiridas en el entorno americano, y los que elaboraron sus propias obras reuniendo la información a través de las noticias de otros o lecturas de escritos oficiales o privados, sin haber estado nunca en el Nuevo Mundo.
Al primer grupo pertenecen descubridores, soldados, religiosos y funcionarios que desempeñaron algún papel en este proceso, junto con los indígenas y mestizos que se incorporaron a él. El segundo está formado por la mayoría de los representantes de la historia oficial, que escribieron desde sus despachos, aunque manejaran un caudal inmenso de información de segunda mano, acumulado por los centros de la administración, como el Consejo de Indias, creado en 1524 para atender los temas relacionados con el gobierno de los territorios españoles en América. Fue este Consejo el que creó la figura del cronista mayor de Indias. En 1744, Felipe V decidió que el cargo de cronista mayor debía pasar a la Real Academia de la Historia, sin embargo, se sucedieron algunos nombramientos más al margen de esta institución.

Viernes 13 de marzo de 2020
CRONISTAS DE INDIAS
(segunda PARTE)
PORJusto Fernández López

Las dos actividades que designan ambos vocablos [crónica e historia] tienden, con el tiempo, a resumirse en la historia la cual, por un lado, incorpora el elemento temporal y, por el otro, desplaza a la crónica como actividad verbal. Los anales y las crónicas tienden a desaparecer hacia el siglo XVI y se reemplazan por las narraciones históricas del tipo gesta o vitae. Ya hacia el siglo XVI los antiguos anales y crónicas habían ido desapareciendo gradualmente y fueron reemplazados por la historiae (narración del tipo gesta o del tipo vitae, éste último, que irá conformando la biografía). Es este, al parecer, el sentido en el que se emplea el vocablo “crónica” en los escritos sobre el descubrimiento y la conquista.» [Walter Mignolo: “Cartas, crónicas y relaciones”. En: Luis Iñigo Madrigal (Coordinador)Historia de la literatura hispanoamericana. Madrid: Cátedra, 1998, vol. 1, p.75-76]
El término cronista comenzó a utilizase más tarde para designar al autor de relatos contemporáneos. La historia se fue convirtiendo en disciplina, cuyo objetivo es narrar y explicar el pasado. El cronista se convirtió en el simple relator de hechos desnudos, recopilador de fuentes o escritor costumbrista. Con el desarrollo del periodismo, el de cronista se convirtió en un oficio con pautas cada vez más claras y específicas.

Jueves 12 de marzo de 2020
CRONISTAS DE INDIAS
(Primera parte)
pORJusto Fernández López

A lo largo del siglo XVI se desarrolló un nuevo género literario, las crónicas de Indias, sobre los temas, los hombres y las cosas que constituían “la maravilla de América” o “la novedad indiana”.
«La Crónica y la Historia.
En algunos de estos libros encontramos como sinónimo de historia, el vocablo “crónica”. De modo que recordar la trayectoria y el sentido que tienen ambos vocablos en el siglo XVI, no es mera curiosidad etimológica. En primer lugar, historia (que proviene del griego στορα) se emplea, en la antigua Grecia (y es así como al parecer lo emplea Heródoto) en el sentido de ver o formular preguntas apremiantes a testigos oculares; y significa también el informe de lo visto o lo aprendido por medio de las preguntas. El sentido de este vocablo no contiene, de ninguna manera, el componente temporal de su definición. Es quizás por esta razón por lo que Tácito denomina anales al informe de lo pasado; en tanto que llama historia al informe de los tiempos de los cuales, por su trayectoria vital, es contemporáneo. Tal definición la recoge San Isidoro en sus Etimologías y se repite, todavía, en los tratadistas de la historiografía en los siglos XVI y XVII. La ausencia del componente temporal explica el nombre y el concepto de “historia natural”; y es así como lo encontramos, en los siglos XVI y XVII hispánicos. Crónica, por el contrario, es el vocablo para denominar el informe del pasado o la anotación de los acontecimientos del presente, fuertemente estructurados por la secuencia temporal. Más que relato o descripción la crónica, en su sentido medieval, es una “lista” organizada sobre las fechas de los acontecimientos que se desean conservar en la memoria. En el momento en que ambas actividades y ambos vocablos coexisten, es posible encontrar, al parecer, crónicas que se asemejan a las historias; y el asemejarse a la historia, según los letrados de la época, proviene del hecho de escribir crónicas no sujetándose al seco informe temporal sino hacerlos mostrando más apego a un discurso bien escrito en el cual las exigencias de la retórica interfieren con el asiento temporal de los acontecimientos. Los vocablos de anales y crónicas, acuñados en la Antigüedad, son los vocablos principales que se conservan en la Edad Media para asentar acontecimientos notables. Anales y crónicas estaban ligados a las prácticas de la Iglesia y a la confección de calendarios y de ciclos pascales.
Miércoles 11 de marzo de 2020
La mujer en los medios de comunicación

(Parte IV)
Por: Mª José de los Ríos y Joaquina Martínez

4.3. Objetivo estratégico 1
Aumentar el grado de participación y de acceso de las mujeres a los espacios de toma de decisiones, de debate y exposición de ideas de los medios de comunicación y a través de ellos, a las nuevas tecnologías de la información.

4.3.1. Medidas que han de adoptarse

• Medidas que han de adoptar los gobiernos:
a) Fomentar la educación, la formación y el empleo de las mujeres con el fin de promover y asegurar su acceso, en condiciones de igualdad, a todas las esferas y niveles de los medios de comunicación.
b) Fomentar la investigación sobre la participación de las mujeres en los medios de comunicación a todos los niveles, para determinar las áreas que requieren atención y actuación, y examinar las actuales políticas que rigen los medios con el fin de que incorporen la perspectiva de género.
c) Promover la participación plena y en condiciones de igualdad de las mujeres en los medios de comunicación, incluyendo su participación en la gestión, la programación, la educación, la formación y la investigación.
d) Procurar que exista un equilibrio entre mujeres y hombres en los nombramientos para todos los órganos consultivos, de gestión, de reglamentación o de supervisión, que incluya los relativos a los medios de comunicación privados y estatales o públicos.
e) Alentar a esos órganos, en la medida en que ello no atente contra la libertad de expresión, para que aumenten el número de programas realizados por y para mujeres, para garantizar que sus necesidades y sus intereses se traten de forma apropiada.
f) Estimular y reconocer las redes de comunicación de mujeres, entre ellas las redes informáticas y otras nuevas tecnologías aplicadas a la comunicación, como medio para la difusión de información y el intercambio de ideas, incluyendo el ámbito internacional, en el sentido de apoyar a los grupos de mujeres que participen en todos los ámbitos de la comunicación.
g) Impulsar el uso creativo de programas en los medios de comunicación nacionales y proporcionar medios o incentivos al efecto, con miras a divulgar información sobre las diversas formas culturales de los pueblos indígenas, así como el desarrollo, en ese contexto, de contenidos sociales y educativos dentro de los
parámetros del derecho nacional.
h) Garantizar la libertad de los medios de comunicación y su protección dentro del marco del derecho nacional y alentar con el debido respeto a su libertad de expresión, su compromiso con las cuestiones sociales y del desarrollo.


Martes 10 de marzo de 2020
La mujer en los medios de comunicación

(Parte III)
Por: Mª José de los Ríos y Joaquina Martínez



4. Actuaciones de ámbito mundial sobre la mujer y los medios de comunicación

4.1. IV Conferencia Mundial sobre las Mujeres
En la IV Conferencia Mundial sobre las Mujeres que se celebró en Beijing (China), en septiembre de 1995, los Gobiernos allí reunidos decidieron promover los objetivos de igualdad, desarrollo y paz para todas las mujeres del mundo, en interés de toda la Humanidad. Adoptaron y se comprometieron a aplicar la siguiente plataforma de acción, garantizando que en todas las políticas y programas quede reflejada la perspectiva de género. Así como en áreas de especial interés se desarrollaron los siguientes temas: la pobreza, la educación, la salud, la violencia, los conflictos... los medios de comunicación se manifestaron con relevante importancia.

4.2. La mujer en los medios de comunicación
Los avances en la tecnología de la información han facilitado durante la última década el desarrollo de una red
mundial de comunicaciones que ha traspasado las fronteras nacionales y que ha tenido un impacto en las políticas estatales, las actitudes personales y el comportamiento de niñas y niños, y de jóvenes particularmente. En todo el mundo se dan las condiciones para que los medios de comunicación puedan contribuir de manera más decidida al avance de las mujeres.

Aunque ha aumentado el número de mujeres profesionales en el sector de las comunicaciones, pocas son las que han llegado a ocupar puestos directivos o que forman parte de juntas directivas y órganos que influyen en la política de los medios de comunicación. La persistencia de los estereotipos sexistas, tanto en los medios de comunicación públicos como privados a nivel local, nacional e internacional demuestra la falta de perspectiva de género en estos medios.

Hay que suprimir la proyección constante de imágenes negativas y degradantes de las mujeres en los medios de comunicación, ya sean electrónicos, impresos, visuales o sonoros. Los medios impresos y audiovisuales de la mayoría de los países no ofrecen una imagen equilibrada de los diversos estilos de vida de las mujeres y de su aportación a la sociedad en un mundo en evolución. Además, los productos violentos y degradantes o pornográficos de estos medios también perjudican a las mujeres y su participación en la sociedad. Los programas que insisten en presentar a las mujeres en sus papeles tradicionales son igualmente restrictivos.

La tendencia mundial al consumo ha creado un clima en el que los anuncios y mensajes comerciales presentan
a las mujeres como meras consumidoras, dirigiéndose a las niñas y a las mujeres de todas las edades de forma
inapropiada. Se debería potenciar a las mujeres mejorando sus conocimientos teóricos y prácticos y su acceso a las tecnologías de la información. Con ello aumentará su capacidad de luchar contra las imágenes negativas que sobre ellas se ofrecen a escala internacional y de oponerse a los abusos de poder de una industria cada vez más importante. Hay que instaurar mecanismos de autorregulación en los medios de comunicación y fortalecer
los ya existentes, así como idear métodos para erradicar los programas sexistas. La mayoría de las mujeres, sobre todo en los países en desarrollo, carecen de acceso efectivo a las cada vez más comunes autopistas de la información y, por lo tanto, no tienen la posibilidad de crear fuentes y redes alternativas de comunicación.


Así pues, es necesario que las mujeres intervengan en la toma de decisiones que afectan al desarrollo de las nuevas tecnologías, a fin de participar plenamente en su expansión y en el control de su influencia. Al abordar la cuestión de la internacionalización de los medios de comunicación, los gobiernos y otros sectores deberían fomentar una política activa y visible de incorporación de la perspectiva de género en sus políticas y programas.


Lunes 09 de marzo de 2020

La mujer en los medios de comunicación

(Parte II)
Por: Mª José de los Ríos y Joaquina Martínez

2. El papel de la publicidad 
La publicidad juega un papel decisivo como instrumento de comunicación social, siendo capaz de conformar modelos colectivos de valores y comportamientos, ofreciendo al público, no sólo productos, sino también modelos de actitudes, formas de vida e imágenes paradigmáticas que orientan y, en muchos casos, definen las necesidades y los deseos de las personas. La imagen de la mujer transmitida por los medios de comunicación (tanto a través de la prensa escrita como de la radio y de la televisión) sigue siendo una imagen estereotipada de una mujer que poco o nada tiene que ver con su realidad social actual. 

Actualmente en los mensajes publicitarios es frecuente observar cómo se sigue ofreciendo una visión sexista de las mujeres y de los papeles que se le han asignado tradicionalmente. Así, frecuentemente prevalece la consideración de la mujer como objeto sobre la persona, utilizando su cuerpo como reclamo publicitario: la imagen de la mujer sigue siendo utilizada para vender más y mejor cualquier producto. Se la sigue presentando como «reina de la casa» (aunque tímidamente comienzan a aparecer hombres realizando tareas domésticas); sus problemas, los domésticos y su recompensa, tener un hogar resplandeciente y ordenado; pero, sobre todo, debe ser bella, delgada, elegante... condiciones ineludibles para triunfar en cualquier campo y para ello se le presentan infinidad de productos como cremas milagrosas, adelgazantes, perfumes, pantys, etc.

3. Los medios de comunicación continúan ignorando el verdadero papel de la mujer en la sociedad 

Aunque la participación activa de las mujeres en áreas que pueden considerarse positivas y de mayor peso específico (como la economía, la investigación, la política y la judicatura, por ejemplo) es cada vez mayor, siguen sin formar parte de los titulares en estas secciones de interés, siguen sin ser consideradas como autoridades cuando se desarrollan informaciones que tienen que ver con estos aspectos. La gran paradoja del siglo XX es que las mujeres siguen siendo noticia fundamentalmente como sujeto negativo, es decir, como víctima de alguna agresión, ya sea física, sexual, psicológica, política o relacionada con el mundo del derecho (según se concluye en las recientes Jornadas realizadas en Madrid el 11 y 12 de noviembre y organizadas por la Dirección General de la Mujer). 

La publicidad sigue presentando un modelo estereotipado de la mujer no acorde con su realidad, y las personas que la vemos dejamos que esto siga sucediendo, estamos permitiendo de forma pasiva que nuestros hijos e hijas sigan aprendiendo modelos de actitudes que van a definir sus necesidades y que desgraciadamente van creando un falso «yo», convirtiendo a nuestros menores, sobre todo a las niñas, en «figuras para agradar», lo que les impide desarrollar correctamente su autoestima. Esto está permitiendo que la imagen que se crea cada persona de sí misma sea construida a partir de modelos sexistas predeterminados, anulando otras capacidades y potenciales que las personas tenemos como seres humanos. La responsabilidad ante esta situación corresponde a toda la sociedad desde todos los ámbitos
Sábado 07 de marzo de 2020


La mujer en los medios de comunicación

Por: Mª José de los Ríos y Joaquina Martínez

Los medios siguen dibujando los destinos y roles sociales de las mujeres encuadrándolas en un contexto de desigualdad que hoy en día debemos superar de una vez por todas. Sólo con una adecuada y efectiva intervención educativa que considere la potencialidad de los mensajes audiovisuales podrá lograrse un equilibrio de derechos entre géneros. En este artículo se hace una crítica al tratamiento discriminatorio que los medios de comunicación hacen de la imagen de la mujer y se recomiendan una serie de medidas que deberán adoptarse para fomentar, desde éstos, la emisión de imágenes equilibradas y sin estereotipos de fondo.

Hay una realidad evidente: las personas, los seres humanos somos por naturaleza sociales pero distintos, entre otras cosas, por razón de sexo y ya desde nuestro nacimiento somos sometidos a un proceso de socialización en el cual se nos ofrece un modelo masculino o femenino, según el sexo, y una serie de pautas de comportamiento diferentes a seguir que van cambiando según edad (infancia, juventud, madurez y vejez); en cada una de ellas se espera que se actúe de una forma determinada y diferente. Serán la familia y su entorno, la escuela y los medios de comunicación básicamente los encargados de enseñarnos a ser diferentes y a movernos en espacios diferentes. Aún hoy podemos reconocer que el espacio «público» es el espacio donde se relacionan fundamentalmente los hombres entre sí (a pesar de la entrada en él de un número cada vez mayor de mujeres) y el espacio privado es el lugar donde hombres y mujeres se relacionan entre sí, bajo el «dominio» aparente de estas últimas. Las mujeres y los hombres hemos ido adquiriendo unas formas de pensar, de relacionarnos, de hacer, de divertirnos, de trabajar...; es decir, unas formas generales de estar en el mundo, de vivir, que por diversos factores de este proceso, han colaborado a que hoy, el colectivo de las mujeres y el de los hombres tengamos una experiencia histórica muy distinta. 

1. La mujer en los medios de comunicación.
 Los medios de comunicación, conscientes de ello y de los intereses tan diferentes de uno y otro, han editado tradicionalmente publicaciones con diferentes «políticas», centradas en el mundo de lo público, y publicaciones «domésticas» paralelas a aquéllas, centradas en el ámbito de lo privado. Es el inicio, por un lado, de la hasta ahora llamada prensa de información general, y por otro de la prensa femenina (según argumenta ampliamente Juana Gallego en su libro Mujeres de papel). Desde que surgen estas primeras revistas, y posteriormente el resto de medios de comunicación, los objetivos han sido los mismos: afianzar unos determinados valores sociales, promover otros, cambiar algunos, fomentar nuevos, transmitir unas pautas de comportamiento para que esa sociedad se reproduzca y perpetúe de la forma que mejor se adecue al momento histórico que le haya tocado vivir. Los medios de comunicación, de manera global, actúan generalmente como elemento uniformador de la opinión de la población, influyendo en las pautas de conducta colectivas.


Viernes 06 de marzo de 2020
El poder de los medios de comunicación en tiempos de guerra
El ministro de propaganda  de la Alemania Nazi  jugó un destacado papel en todo el andamiaje del proyecto fascista y por consiguiente en desarrollo de la guerra. La primera estrategia del Nacional Socialismo, el partido de Hitler; fue precisamente la de engrandecer la imagen del Jefe como aquel hombre cuasi-Dios injuzgable, incontrovertible, el restaurador de la patria; a quien el pueblo alemán siguió pérfidamente hasta dejar devastada por la guerra la nación Alemana.

La propaganda Nazi copó por completo los distintos medios de comunicación y desde allí desplegó todo su ideario fascista de odio, represión, obediencia al Jefe y de guerras de invasión a otros pueblos. Todas las atrocidades cometidas y los costos sociales, económicos, políticos, culturales y ambientales para la nación alemana en la posguerra; fue justificada por todo tipo estrategia mediática cuyo objetivo principal fue el de introyectar en la mentalidad del ciudadano alemán el imaginario de grandeza imperial de Alemania, la omnipotencia de su líder, y la necesidad y justeza de la guerra contra otros pueblos considerados por el ideario fascista como culturas inferiores incapaces de subsistir y autogobernarse. La información emitida por la propaganda fascista fue arrinconando y estigmatizando las ideas liberales, la diversidad del pensamiento y fue imponiendo un pensamiento único en las masas acuñado por la mentira, el odio, el miedo y la obediencia.
En el actual contexto de guerras a escala mundial y regional, la información emitida por los grandes monopolios de la comunicación, como si estuviésemos aún en tiempos de guerra fría, está enfocada  estigmatizar y destruir la imagen de cualquier proyecto social alternativo que se configure en cualquier rincón del planeta. Hoy no se trata de combatir las ideas progresistas y libertarias, sino de burlarlas, de estigmatizarlas y de señalarlas como comunistas. En tiempos crisis económica aflora el idea rio fascista como doctrina de dominación del pensamiento como una estrategia ideológica que justifica la atrocidad. No hay espacio para el pensamiento crítico, ni a la información históricamente contextualizada. La racionalidad capitalista arrodilla la ética periodística y bajo ese enfoque funcional estructuralista del periodismo, se esfuma cualquier posibilidad de informar con responsabilidad y se parece cada vez en los portavoces de amos de la guerra.

Jueves 05 de marzo de 2020
La importancia de los medios de comunicación

Por: M.H.D María Julieta Salinas Zamora 


Iniciaré este artículo sobre publicidad de medios a través del señalamiento de ¿Cuáles son nuestros medios publicitarios?, ¿Cómo los utilizamos y pueden utilizarse? Para señalar el beneficio que conllevan estos medios y esos retos que tenemos como profesionistas y como Institución Educativa para con nuestra comunidad.
 Todos los Medios de Comunicación son reconocidos como instrumentos o herramientas para generar algún mensaje. Ahora bien, la Publicidad de Medios implicaría la forma en cómo se trasmite la información, pero a los que se les da mayor reconocimiento son a los instrumentos públicos tales como: televisión, la radio, periódico, revistas, entre otros, como la tecnología (internet, uso de celulares, juegos, APPS). En otras palabras, todo instrumento o herramienta que utilicemos para comunicarnos de forma individual o colectiva serán nuestra “Publicidad de Medios”. Sin embargo, el ¿Cómo lo hacemos? es más representativo.
 Yo aplicaría la frase “una buena lengua salva un pueblo, una mala lengua lo destruye”.  Todo lo que podamos expresar o extornar a través de dichos instrumentos o medios son lo que vamos a obtener de respuesta. Sobre todo, la forma en cómo se es transmitida ya que será interpretada y aceptada o no; dependiendo los medios, las imágenes, frases o palabras, entre otros que se generen.

 IMPORTANCIA
Lo importante es qué se va a transmitir, sin importar el medio. Ya que la respuesta será dependiendo la interpretación de quien la recibe y de dónde la recibe. Con la respuesta se podrá detectar o determinar la posible edad, sexo y nivel de quien lo transmita, lo reciba, interprete y responda.
Hoy día, la forma en como sea transmitida la información es más importante que el medio.
En este sentido, cabe señalar que implica también el involucramiento de la transmisión de emociones. A nivel mercadológico, se genera a través de las imágenes y de los colores, etc., pero en lo personal, también depende de las actitudes y forma de transmitir la información que deseamos.
Además, también va a depender de quien lo transmita. La inteligencia emocional permite tomar conciencia de nuestras emociones, comprender sentimientos, tolerar presiones y frustraciones del trabajo, de la familia, de amigos. Desarrolla nuestra capacidad de trabajar en equipo y adoptar una actitud empática y social, que brinda mayores posibilidades de desarrollo personal.
Las emociones pueden generarse en persona, vía comunicación telefónica, carta, etc., lo importante es cómo la estoy recibiendo y cuál está siendo el impacto en mi persona y de quien la recibe, para así poder canalizarla a través de los Medios. El reflejo de esa interpretación será también consecuencia de la Publicidad de Medios. 
Por lo tanto, la transmisión de información a través de dichos medios es relevante ante cualquier herramienta que se utilice sin dejar de pensar en la forma como se realice. 
Al generar una información es fundamental que se practique la empatía, quien la va a recibir, ponernos en el lugar de dicha persona para ser objetivos. Si yo espero tener una respuesta favorable, debo pensar ¿Qué estoy dando a conocer? ¿Qué puedo esperar? 

BENEFICIOS
Los beneficios de utilizar los diferentes medios de comunicación tomando en cuenta la postura de quien la puede recibir se puede esperar una mejor respuesta, tal es el caso que, ahora en la educación, estamos buscando talentos, desarrollo de habilidades y competencias. Si eso queremos evaluar o revisar, también debemos emitirlo a través de nuestros mensajes y de los medios.
 “Si la educación prepara para la vida, no puede dejar de lado lo que constituye
la esencia de la persona” 
Considero necesario pensar en utilizar dichos medios para un bien común, no solamente para captar clientes de momento. Hay que buscar la manera de captar clientes leales y seguidores. 

TODO ES POSIBLE SI REALMENTE LO INTENTAMOS

Miércoles 04 de marzo de 2020

Política, ideología y educación en Colombia


"Debemos exigir claridad en los planteamientos de las instituciones y el fortalecimiento del pensamiento crítico para que las nuevas generaciones sean agentes de cambio"

Por: Carlos David Martínez Ramírez 
Mediante la educación se transmiten ideologías y posturas políticas. Esta es una realidad de la cual se habla muy poco en Colombia, excepto cuando algún grupo con poder siente que existe un riesgo de que esa transmisión pueda afectar sus intereses. Ejemplos recientes son el proyecto de ley con el que se intentó limitar la libertad de cátedra y cuando se acusó al Ministerio de Educación Nacional de querer transmitir una supuesta ideología de género.
Al igual que en el periodismo, quienes se desempeñan en el campo educativo no deberían jugar a ser neutros sino aclarar sus ideologías y plantear posturas que permitan contradicciones y discusiones críticas. De esta manera, vale aclarar que el hecho de que se transmitan ideologías y posturas políticas en la educación, no es equivalente a plantear que se pretenda siempre el adoctrinamiento de los estudiantes en función a las creencias del docente.
Napoleón fue uno de los primeros en hablar de un cuerpo docente como la punta de lanza para adoctrinar a la población mediante los procesos educativos. Incluso en la Francia contemporánea también se han hecho acusaciones relacionadas con la intención de transmisión de una ideología de género (allá la denominan teoría de género).
En el caso de la historia reciente colombiana, en la década de 1980 se reguló ampliamente los lineamientos curriculares que debían seguir las instituciones educativas; después, el Movimiento Pedagógico reaccionó exigiendo, entre otras cosas, libertad de cátedra; esta situación, unida con las políticas neoliberales en  la década de 1990, confluyó para que entre 1991 y 1994 se estableciera una normatividad que apostaba por la descentralización en la educación. De esta manera, resulta casi imposible pensar en el siglo XXI que el gobierno central pueda exigir una transmisión ideológica mediante las escuelas. Quien conoce esta historia no se come ese cuento de la ideología de género.
Un ejemplo muy claro de transmisión ideológica mediante la educación en Colombia lo podemos encontrar en el siglo XIX, cuando los liberales radicales buscaron promover mediante la educación convencional las bondades del federalismo en los Estados Unidos de Colombia (como se denominó el país en 1863). Paradójicamente se pretendía una educación descentralizada (con la lógica federalista), pero con la centralización en la ideología que se buscaba promover: que el federalismo era la mejor opción para el país.
En el caso de algunas élites ricas o la aristocracia, como se prefiera, en diferentes países se prefiere optar por la educación en casa, usualmente con excelentes profesores, los “mejores” de cada disciplina o haciendo énfasis en los campos que a la familia más le conviene de acuerdo a sus intereses económicos y/o políticos. Otrora una práctica común era el tour, un viaje mediante el cual los jóvenes conocían otras regiones, por lo general países más avanzados que el propio y aprendían las mejores prácticas administrativas o de gobierno, las cuales replicarían al volver a su país de origen en las empresas o los negocios familiares.
En el caso de Colombia recientemente se han adelantado investigaciones sobre la educación sin escuela. Algunos critican que los padres no deben reemplazar la labor de la escuela, otros critican que estos enfoques pueden buscar que la educación convencional pierda poder. Lo cierto es que el Estado debe garantizar diferentes opciones educativas para todas las familias, sin importar si sus decisiones se basan en criterios políticos o de otro tipo.
Pretender que la educación sea neutra políticamente es una muestra de desconocimiento e incluso de ignorancia con relación al funcionamiento de las lógicas políticas. Si exigimos una educación neutra estamos promoviendo una educación mediocre. Lo que debemos exigir es claridad en los planteamientos de las instituciones y el fortalecimiento del pensamiento crítico para que las nuevas generaciones sean verdaderos agentes de cambio.

Martes 03 de marzo de 2020

La mentira del cuarto poder
Elige tu cadena de izquierdas o de derechas. Tu periódico conservador o progresista. Detrás de cada elección, siempre están los mismos.

Hoy la ciudadanía se molesta ante cualquier intento de direccionamiento político e ideológico. Los medios lo saben y por eso su estrategia actual consiste en explotar al máximo su consideración de objetivos y explorar métodos cada vez más sofisticados para deslizar ideología bajo apariencia de hechos neutrales. De este modo, los nuevos profesionales tienen pánico a insinuar un mínimo de posicionamiento ante cualquier acontecimiento. O lo que es peor, reproducen las líneas informativas y editoriales señaladas por sus superiores y las agencias para no ser marcados ideológicamente. Así se creen neutrales, pero no lo son, simplemente se convierten en operarios despersonalizados y desideologizados que abandonan cualquier iniciativa y principios”.
Estas palabras de Pascual Serrano que aparecen en su libro Contra la Neutralidad (Península, 2011) me parecen perfectas para resumir la psicosis que se ha generado entre la prensa española tras las palabras el sábado de Pablo Iglesias, donde señalaba que los medios de comunicación tienen más poder que los diputados. Desde ese día han salido periodistas indignados, columnas defendiéndose de las palabras del líder de Podemos e incluso La Sexta compara su discurso sobre los medios con el de Santiago Abascal.
Iglesias sólo señalaba una obviedad, los medios privados son sólo una pequeña parte dentro de grandes empresas que los utilizan a su antojo y para sus propios intereses. Nos venden pluralidad y neutralidad y es falso, aunque gran parte de la sociedad ha asumido esa mentira. Por ello les molesta que se saque a la luz esa realidad, porque ven en riesgo su posición de poder e influencia y es demasiado goloso manejar la opinión pública y las decisiones políticas como para ceder esa capacidad de control.
Iglesias sólo señalaba una obviedad, los medios privados son sólo una pequeña parte dentro de grandes empresas que los utilizan a su antojo y para sus propios intereses
Los medios no son neutrales ni tienen por qué serlo. Yo tampoco soy neutral al escribir esta columna. Cuando existe un conflicto en la sociedad (y actualmente vivimos sumergidos en numerosos) cualquier información relacionada va a ir en una dirección u otra; pero siempre favorecerá a un bando en detrimento del otro. Incluso cuando se decide no hablar de un tema y dar preferencia a otros, también están escogiendo y dando prioridad a una noticia sobre otra. Callar ante un conflicto también es elegir un bando. ¿Por qué se habla de Catalunya, de Venezuela o del Brexit mucho más que de los desahucios o la precariedad, que son hechos que nos afectan a un mayor número de personas? Porque a los bancos y empresarios que manejan los medios de comunicación les interesa más que se hablen de esos temas. Y a los grandes partidos políticos, también. Porque, además, alimentando esos conflictos es más fácil para ellos generar políticas de emociones y ganar votos mediante el populismo y la confrontación.
Porque los medios son capaces de convencernos de todo. Tienen esa capacidad de influencia. Nos han logrado convencer de que La Sexta es de izquierdas y Antena 3 de derechas, cuando tienen los mismos dueños. Podemos comprar nuestra dosis de indignación semanal los domingos a la noche con Salvados y a la mañana siguiente saldrá La Razón entrevistando a un dirigente de Vox tras una manifestación contra el aborto. Ambas informaciones salen del mismo grupo empresarial.
¿Por qué lo hacen? Lo primero, les interesa vender esa pluralidad y que creamos que realmente tenemos variedad para elegir dónde informarnos. Lo segundo, Salvados tiene una gran audiencia y eso repercute en más anuncios, más dinero. En el momento que no aporte beneficio económico o los anunciantes amenacen con retirarse, es fácil que Jordi Évole se encuentre con un trabajo menos. Y La Razón, pese a no dar beneficios (como cualquier medio en papel actualmente), sigue teniendo capacidad de influencia sobre un público determinado y sobre la derecha institucional, y el beneficio político y de toma de decisiones se sobrepone a cualquier pérdida económica, que ya equilibrarán desde otra rama de su grupo empresarial.
Podría insistir en la idea de la manipulación con observaciones obvias, como por qué conocemos cada movimiento de Nicolás Maduro, mientras muchas personas desconocen que en el país vecino han logrado lo que llaman “el milagro económico portugués” con un gobierno de izquierdas. O por qué no nos cuentan la realidad de otros países latinoamericanos que sufren peores crisis humanitarias y una represión real.
Nos han logrado convencer de que La Sexta es de izquierdas y Antena 3 de derechas, cuando tienen los mismos dueños
Ese amor de la prensa española por la política venezolana que hizo que hasta El País llevara un Chávez moribundo falso en portada y hayan seguido como si nada, sin vergüenza alguna y pidiendo perdón con la boca pequeña. El mismo periódico que en 2002 apoyó un golpe de Estado contra Chávez en su editorial, como si tuviera que decidir sobre la soberanía de un país que está a 7.000 kilómetros de su redacción.
Tal vez tenga que ver el hecho de que el mayor accionista del grupo PRISA (empresa propietaria de El País) sea un fondo de inversión estadounidense. Tal vez tenga que ver que otro de sus accionistas es el Banco Santander, el cual fue nacionalizado por Chávez hace 10 años. También otro de sus accionistas, Telefónica, se juega mucho de su futuro económico en la zona. Pero tal vez sean casualidades y realmente El País es un medio libre que informa de Venezuela de una manera plural y objetiva.
Son sólo unos ejemplos, pero todos los grandes grupos mediáticos están manejados por banqueros y empresarios que utilizan sus periódicos, sus radios y sus canales de televisión para defender sus intereses. Por mucho que salgan nuevos medios como en el que hoy escribo, la piedra de David en este caso no suele ni rozar a Goliat. Se puede intentar competir en internet, en prensa e, incluso, mediante radios comunitarias. Pero la mayor parte de la sociedad se informa a través de la televisión y para entrar ahí necesitas muchísimo dinero y un político amigo que te otorgue las licencias. Salimos al partido perdiendo 30 a 0 y con el árbitro en contra, por ello la única manera de poder remontar es mediante leyes que ayuden a igualar el encuentro.
Por este motivo es necesaria una ley como la que propone Podemos, que prohibiría a los bancos ser accionistas de un medio de comunicación. Pero habría que incidir más y prohibir que partidos políticos, mediante subvenciones a dedo, tengan poder en las redacciones de periódicos. También las empresas deberían sacar sus sucias manos y no amenazar con quitar anuncios cuando una información no les gusta, como sucedió con El Intermedio tras la polémica de Dani Mateo y la bandera. Y la iglesia no debería ser dueña de un medio, como lo es actualmente de la cadena COPE.
Ya basta de permitirles que jueguen con sus reglas sin que nada ni nadie les plante cara por miedo a que se les acuse de ir contra la libertad de expresión
E ir más allá y que un periódico que manipule flagrantemente en portada y el cual es obligado a rectificar, no se disculpe en un pequeño recuadro que nadie lee mientras su mentira se va extendiendo como la pólvora de manera interesada. Ya basta de permitirles que jueguen con sus reglas sin que nada ni nadie les plante cara por miedo a que se les acuse de ir contra la libertad de expresión.
Dicen que los ciudadanos cada vez confían menos en los medios, pero la realidad dista de esa afirmación. Cada vez consumimos más y nos dejamos influenciar con mayor facilidad porque nos han vendido que somos libres y tenemos elección; porque nos han hecho creer que cada vez estamos más y mejor informados y que es imposible que nos manipulen. Que tenemos una opinión formada.
Nos hacen amar u odiar a periodistas como Eduardo Inda o García Ferreras, cuando en realidad sólo son títeres en manos de grandes poderes que los utilizan para mantener su posición de poder sin ni siquiera dar la cara. Elige tu cadena de izquierdas o de derechas. Tu periódico conservador o progresista. Detrás de cada elección, siempre están los mismos. Y ellos sí pueden afirmar que no son ni de derechas ni de izquierdas, porque su única ideología es el dinero.

Lunes 02 de marzo de 2020


OPINIONES RESPETABLES
Por: Fernando Savater.

En nuestra sociedad abundan venturosa y abrumadoramente las opiniones. Quizá prosperan tanto porque, según un repetido dogma que es el non plus ultra de la tolerancia para muchos, todas las opiniones son respetables. Concedo sin vacilar que existen muchas cosas respetables a nuestro alrededor: la vida del prójimo, por ejemplo, o el pan de quien trabaja para ganárselo, o la cornamenta de ciertos toros. Las opiniones, en cambio, me parecen todo lo que se quiera menos respetables: al ser formuladas, saltan a la palestra de la disputa, la irrisión, el escepticismo y la controversia. Afrontan el descrédito y se arriesgan a lo único que hay peor que el descrédito, la ciega credulidad. Sólo las más fuertes deben sobrevivir, cuando logren ganarse la verificación que las legalice. Respetarlas sería momificarlas a todas por igual, haciendo indiscernibles las que gozan de buena salud gracias a la razón y la experiencia de las infectadas por la ñoñería seudomística o el delirio.Tomemos, por ejemplo, uno de nuestros debates, televisivos de corte popular en el que se afronte alguna cuestión peliaguda como los platillos volantes, la astrología (sobre este tema hubo uno reciente muy movido, en el que Gustavo Bueno y dos astrofísicos se enfrentaban a una selección de embaucadores particularmente correosa que contaba con la simpatía beocia de la audiencia), la curación mágica de las enfermedades o la inmortalidad del alma. Cualquiera de los participantes puede iniciar su intervención diciendo: "Yo opino... ". Pues bien, esa cláusula aparentemente modesta y restrictiva suele funcionar de hecho como todo lo contrario. Y es que hay dos usos diferentes, opuestos diría yo, del opinar. Según el primero de ellos, advierto con mi "yo opino" que no estoy seguro de lo que voy a decir, que se trata tan sólo de una conclusión que he sacado a partir de argumentos no concluyentes y que estoy dispuesto a revisarla si se me brindan pruebas contrarias o razonamientos mejor fundados. En ningún caso diría "yo opino" para luego aseverar que dos más dos son cuatro o que París es la capital de Francia: lo que precisamente advierto con esa fórmula cautelar es que no estoy tan seguro de lo que aventuro a continuación como de esas certezas ejemplares. Éste es el uso impecable de la opinión.
Pero, en otros casos, decir "yo opino" viene k significar algo muy distinto. Prevengo a quien me escucha de que la aseveración que formulo es mía, que la respaldo con todo mi ser y que, por tanto, no estoy dispuesto a discutirla con cualquier advenedizo ni a modificarla simplemente porque se me ofrezcan argumentos adversos que demuestren su falsedad. Theodor Adorno, en un excelente artículo titulado Opinión, demencia, sociedad, describe así esta actitud: "El yo opino no restringe aquí el juicio hipotético, sino que lo subraya. En cuanto alguien proclama como suya una opinión nada certera, no corroborada por experiencia alguna, sin reflexión sucinta, la otorga, por mucho que quiera restringirla, la autoridad de la confesión por medio de la relación consigo mismo como sujeto". Este modelo de opinante convierte cualquier ataque a su opinión en una ofensa a su propia persona. Para él, lo concluyente en refrendo de un dictamen no son las pruebas ni las razones que lo apoyan, sino el hecho de que alguien lo formula rotundamente como propio, identificando su dignidad con la veracidad de lo que sostiene. Como cada cual tiene derecho a su opinión, lo que nadie puede recusar, se entiende que todas las opiniones son del mismo rango y conllevan la misma fuerza resolutiva, lo cual destruye cualquier pretensión objetiva de verdad. Este es el uso espurio de la opinión.
En el debate televisivo al que antes aludíamos, cualquier pretensión de acuerdo sobre lo plausible suele quedar descartada de antemano. Quien insiste en que no se tome por aceptable más que lo racionalmente justificado sienta de inmediato plaza de intransigente o dogmático, vicios de lo más detestables. La resurrección de los muertos y la función clorofílica de ciertas plantas pasan por ser opiniones igualmente respetables: el que no lo cree así y protesta está ofendiendo a sus interlocutores, conculcando su básico derecho humano a sostener con pasión lo inverificable. La actitud de quien gracias a su fe particular "lo tiene todo claro" se presenta no sólo como perfectamente respetable desde la discreción cortés, sino hasta desde el punto de vista científico. En esos programas no hay disparate que no se presente como avalado por "importantes científicos". Si es así, ¿por qué nunca habíamos oído antes hablar de ello? Nos lo aclaran enseguida: porque lo impide la ciencia "oficial", mafia misteriosa al servicio de los más inconfesables intereses. Otros, menos paranoicos, pero más descarados, convierten la propia ciencia moderna en aval de la irracionalidad desaforada. Recuerdo un espacio televisivo en que se discutían los casos de "combustión espontánea" que aquejan a determinadas personas por causas impenetrables, aunque probablemente extraterrestres. Un reputado físico argumentaba educadamente contra varios farsantes, todos los cuales tenían muy clara su "respetable" opinión. Cuando se mencionó el método científico, uno de los embaucadores -parapsicólogo o cosa semejante- pontificó muy serio: "Mire usted: la ciencia moderna se basa en dos principios, el de relatividad, que dice que todo es relativo, y el de incertidumbre, que asegura que no podemos estar seguros de nada. Así que tanto vale lo que usted dice como lo que digo yo y ¡viva la combustión espontánea!".
La filosofía arrastra una vieja enemistad contra la opinión, entendida en el infecto segundo sentido que hemos descrito. Y no porque sea la filosofía una ciencia empírica ni porque tenga acceso privilegiado a la verdad absoluta, sino porque es su misión defender el contraste razonable de las opiniones y entre las opiniones, su justificación no a partir de lo inefable o lo inverificable, sino por medio de lo públicamente accesible, de lo inteligible por todos y cada uno. Parece más importante que nunca que siga conservando hoy también ese antagonismo crítico, cuando los medios de comunicación han multiplicado tanto el número de opinantes encallecidos. Por eso, resulta especialmente grave el retroceso del papel de la filosofía en los estudios de bachillerato, que antes o después puede llevar a su abolición académica (la otra. no depende de los ministros, si no, ya hubiera tenido lugar). Cuando protesté por esta marginación ante un responsable del plan de estudios, me repuso con toda candidez burocrática: "Date cuenta, enseñar filosofía es cosa muy complicada. ¡Hay opiniones para todos los gustos!". A veces siento cierto desánimo, que considero plenamente respetable.

Sábado 29 de febrero de 2020

Paisaje de plástico


El plástico parece invadir y empobrecer nuestras vidas. Una demanda creciente e incontrolada de bolsas, botellas y otros artefactos se fija en los suelos, playas, bosques y corrientes de agua del país envileciendo el territorio y oscureciendo el paisaje. La conciencia ciudadana y los esfuerzos sobre el uso desmedido de este material marchan lentamente, mientras que los efectos del plástico sobre los océanos y la tierra firme crecen de manera geométrica. Miles de animales acuáticos y terrestres mueren anualmente por su consumo, entre ellos las tortugas marinas que los confunden con medusas y las cabras que buscan el sabor azucarado de las bebidas en los recipientes abandonados.
La expansión desbordada de desechos fabricados con polietileno a través de las relaciones de mercado no se limita a las grandes áreas urbanas, sino que llega a territorios distantes ocupados por campesinos y pueblos indígenas. Los objetos derivados del plástico no se depositan adecuadamente y se arrojan de forma indiscriminada. Para encontrar un fehaciente ejemplo nacional, basta recorrer la península de la Guajira en donde el asombro causado por la impactante belleza del desierto contrasta con los efectos denigrantes de las bolsas plásticas sobre el paisaje. Una bandada de bolsas multicolores se dispersan en el aire y al caer al suelo se adhieren a las ramas y espinas de las plantas como perversas banderas que envilecen la vegetación. En los cruces de las vías principales y en la entrada de algunas cabeceras municipales las bolsas plásticas parecen ahogar a los diversos seres vivientes y sin duda exacerban la percepción de pobreza.
El impacto de estos artefactos de plástico en un territorio indígena adquiere una connotación dramática pues todo paisaje cuenta una historia. Ello se refleja en las historias de cerros, rocas, desiertos, bosques, arroyos y otras fuentes de agua que conforman una rica estructura narrativa inteligible para quienes moran en ese territorio. El percibir el paisaje es un acto de rememoración. Recorrer un territorio nos permite vincularnos perceptualmente con un entorno que está impregnado de este pasado y que está lleno de narraciones sobre seres que en otros tiempos fueron considerados humanos como sucede con algunos cerros, fuentes de agua, plantas y la propia tierra. Sin embargo, la acumulación de bolsas plásticas y otros desechos oscurece estas historias codificadas en el ambiente e irrespeta a estos seres considerados sintientes.
A pesar de que se ha intentado limitar el consumo desmedido de este material en el país, en algunas regiones ni las entidades públicas, ni las propias comunidades parecen darle la debida importancia a la contaminación generada por estos artefactos rápidamente desechables que son fabricados con sustancias derivadas del petróleo y con otros elementos tóxicos. De continuar así consolidaremos nuestra familiarización con los residuos plásticos y, en ese singular paisaje, las plantas y los animales serán considerados como una especie de extraños naturales. Hoy en día los residuos plásticos originan auténticas islas flotantes en los mares. Dada su resistencia, su degradación en el ambiente puede demorar varios siglos; en contraste, como seres humanos nuestra trayectoria vital sobre la superficie de la tierra es comparativamente efímera, frágil e impermanente.
Viernes 28 de febrero de 2020

Los niños no importan


Por: Claudia Morales

Solo en febrero, estas noticias: creció el número de niños y niñas víctimas de abuso sexual en Colombia; las exhumaciones en Dabeiba mostraron restos de niños asesinados; Medicina Legal informó que, en el 2019, 8.466 menores de edad fueron víctimas de violencia no letal, como maltrato intrafamiliar, y que, en enero de 2020, 38 fueron asesinados.
En Siquiera tenemos las palabras, libro escrito por el exministro de Salud y hoy rector de la Universidad de los Andes, Alejandro Gaviria, hay varios llamados a la reflexión, basados en grandes escritores sobre temas que aquejan a la humanidad, y, también, Gaviria plantea una fuerte crítica a los medios de comunicación. “Día a día, las noticias son el mismo inventario de miseria humana: asesinatos, violaciones, robos, actos de corrupción”. Cierto. Sigue: “Los noticieros entorpecen nuestro entendimiento del mundo. Si uno quiere entender el mundo, no debería ver las noticias”. Cierto.
Nos recuerda el libro que “hacemos parte de la generación más afortunada de la historia de la humanidad”, y apoya la afirmación en menciones sobre la mejoría en las tasas de pobreza, homicidios, mortalidad infantil y desnutrición, en Colombia. Aun así, sostiene Gaviria, “pensamos con frecuencia que estamos viviendo en el peor de los mundos”. Cierto. Al final, el rector escribe: “A la hora de las noticias, yo prefiero leer un libro”.
Los niños de mangle es una novela negra del pediatra y escritor barranquillero Martín Doria sobre las redes de turismo sexual infantil en la costa Caribe colombiana. Doria escarba en esa llaga del abuso y el maltrato infantil hasta hacernos doler, y nos invita a pensar cuántas veces volteamos la cara ante las atrocidades que sufren los niños y qué estamos dispuestos a hacer para proteger la niñez.
ECPAT, una ONG internacional con 100 países miembros que se dedica a la lucha contra la explotación sexual de niños, niñas y adolescentes (NNA), explica que cuando hablamos de ese delito, hay elementos de intercambio involucrados como el dinero, un techo para su casa o una promesa de seguridad cuando viven en las calles. Es decir, los mismos problemas sociales de Colombia.
El “Estudio global sobre la Explotación Sexual de Niñas, Niños y Adolescentes en el contexto de Viajes y Turismo (ESNNAVT) 2016” concluye que ese crimen “ha aumentado en todo el mundo, con mayor velocidad que cualquiera de las iniciativas nacionales e internacionales que buscan hacerle frente… y no ha dejado ninguna región intacta y ningún país es inmune”. Las investigaciones sobre el tema demuestran que los servicios de rescate y rehabilitación para la recuperación de las víctimas son inadecuados y que la solución está muy abajo en la lista de prioridades de las agendas de política.
Acerca de nuestra región, el estudio afirma: “Tanto los funcionarios de gobierno latinoamericanos, como el personal de las agencias policiales y los trabajadores del sector formal e informal de los viajes y el turismo fueron mencionados como cómplices directos o indirectos de la ESNNAVT”.
Estamos rodeados de miseria humana y, ciertamente, los medios la realzan sin contexto. Sin embargo, en el caso de los NNA, mejor sería apartarnos del pensamiento del profesor Gaviria y, tal vez, quedarnos con la invitación del doctor Doria: “Tenemos que repetir, y eso incluye a los medios, aunque sea a veces aburridor, que estas tragedias les están pasando a nuestros niños”. Si seguimos como vamos, solo estamos reafirmando que los niños no importan.

Jueves 27 de febrero de 2020

Información y coronavirus


Por: Yolanda Ruiz
El reto del coronavirus no es solamente de salud, es también de información. En este mundo hiperconectado en el que millones de mensajes se mueven en fracciones de segundo, es tan peligrosa la desinformación como el contagio mismo. Al escribir esta columna, por hacer el ejercicio, busqué en Google la expresión “coronavirus COVID-19” y aparecieron 195 millones de resultados. Por fortuna, los primeros enlaces me llevaron a la Organización Mundial de la Salud gracias al acuerdo que se logró con el buscador. Sin embargo, es apenas obvio pensar que no todos esos millones de contenidos son fiables ni verdaderos. Tanto así que la misma OMS habló de una “infodemia masiva”. Aquí es donde aparece el reto mayor para quienes manejamos información. No se nos puede olvidar nunca que el periodismo es servicio público y la primera obligación es informar bien, mucho más cuando hay vidas en riesgo.
En momentos como este, en el que aparecen escenas apocalípticas brincando desde las pantallas de los celulares, es cuando los comunicadores (seamos periodistas, influencers o youtubers) y también las audiencias debemos entender el valor de la información confiable y seria. No todo vale en aras de buscar tendencias o clics. Confirmar con fuentes fiables, no reproducir cadenas alarmistas, no contribuir con la xenofobia o el pánico colectivo son recomendaciones que nos vienen bien a los que informamos y a quienes se informan y al mismo tiempo comparten contenidos en sus redes sin preguntarse de dónde vienen. Esta precaución debería ser la constante con toda información y más cuando hablamos del riesgo de una pandemia. En casi todas las emergencias el pánico puede producir más víctimas que aquello que las provocó.
En el caso de los periodistas hay un desafío inmenso porque se trata de informar sin tergiversar, entendiendo lo que pasa y verificando cada detalle. Esto se puede complicar cuando hacemos el esfuerzo por buscar las fuentes fiables que no siempre están disponibles o no dan abasto para atender la emergencia y además la demanda de información. Entonces echamos mano de “los expertos” que se han puesto de moda en los medios de comunicación y en las redes sociales. Lo complicado es distinguir entre el verdadero experto y el que se vende y mercadea como tal sin serlo y que en realidad no sabe nada distinto a “echar carreta” en un lenguaje confuso. Cuánto bien nos haría a todos que estos últimos se callaran y no desinformaran en momentos cruciales. Cómo nos serviría eso a los periodistas para equivocarnos menos, porque a veces la mala información que se publica viene de una mala fuente que presenta como ciertos unos datos falsos o parciales. Por eso toda precaución es poca si hablamos de información científica y de salud.
En una noticia como la del coronavirus la precisión en los datos es clave y el contexto lo es todo. No se trata solamente de contar muertos. Debemos reportar ese dato, pero ir más allá: hay que entender lo que esa cifra significa, cuál es el porcentaje de letalidad, de incidencia, la rapidez con la que se propaga, la tasa de sobrevivencia, las poblaciones de riesgo y la manera como el virus actúa de distinta manera según se trate de jóvenes o ancianos, personas sanas o con enfermedades previas. El contexto es lo que nos permite ver el cuadro completo y entender. Y si entendemos, vemos la verdadera magnitud de la amenaza para actuar en consecuencia, sin alarmar más allá de lo necesario y tomando las medidas de precaución que de verdad son pertinentes. Una cifra convertida en meme o en pieza digital por fuera de todo contexto puede hacer mucho daño. Una historia emocional no contribuye a que la razón comprenda lo que está pasando. Tremendo reto: que no se expandan ni el virus ni la desinformación.

Miércoles 26 de febrero de 2020

La crisis de la Justicia: dictadura judicial en la cumbre



Por: Ricaurte Losada Valderrama
La justicia es un bien supremo, un fin esencial del Estado, una necesidad social e individual imperiosa, un requisito indispensable de convivencia y un valor superior. Al contrario, la injusticia genera ilegitimidad del Estado, desequilibrios, desazón, inarmonía, confusión y conflicto y, en un mayor estadio, violencia y guerra. Por ende, entre los males de la sociedad colombiana este es uno principalísimo.
Después de varios intentos llevados a cabo antes de la Constitución vigente, así como luego de ella, los problemas angustiantes de la justicia no se han solucionado. Al contrario, se han agravado, en razón a que las decisiones políticas en unos casos no lo han permitido, y en otros, la Corte Constitucional ha declarado inconstitucionales las reformas en materia de justicia.
Por eso, la primera decisión que debe tomarse es hacer posible la enmienda a través de una asamblea constituyente, pues no es fácil que el Congreso se despoje de sus atribuciones y que los poderes establecidos lo permitan.
Al comienzo del gobierno del presidente  Duque se presentó  un proyecto con reformas esencialmente adjetivas, que aun así no se aprobó y que no resolvían la mayoría de los problemas de fondo de la justicia, entre otros motivos, porque siempre se busca consensuarla con la Corte Suprema de Justicia y el Consejo de Estado, cuando a estos organismos hay  que escucharlos para conocer su opinión y aprovechar su conocimiento y experiencia, conveniente y necesaria para conseguir una pronta, recta y cumplida justicia, pero no para acordarla con ellos, en razón a que no van a ser partidarios de que se les supriman  prerrogativas y privilegios.
Lo propio sucederá con el borrador que ahora ha llevado la ministra de Justicia al Senado y que luego, como ha anunciado, dará a conocer en la Cámara de Representantes.
Entre las más urgentes e inaplazables reformas constitucionales que se le deben introducir a la Rama Judicial y a la administración de justicia se encuentran  poner límites al poder desbordado de la Corte Constitucional, determinar en la Carta Política su dirección y administración, suprimir las funciones electorales de las Cortes y del Consejo de Estado y asignar juez real a sus magistrados,  racionalizar el uso de la tutela, fortaleciéndola, no disminuyendo sus alcances, quitarle la función judicial al Congreso y establecer límites al poder sin controles reales del fiscal general de la Nación.
A nivel constitucional, por lo menos estos cambios hay que hacer sin más dilaciones, pues los colombianos no podemos ser tan caraduras, dejando sin respuesta efectiva casos de tanta corrupción y, tan degradantes, como el del cartel de la toga.
Por vivir el país lo que no es exagerado denominar dictadura judicial en la cumbre y encontrarse la justicia carcomida por la corrupción y la politización, el derecho se aplica de manera desigual, selectiva y caprichosa, de acuerdo con intereses de distinto orden y a circunstancias de poder, conveniencia y coyuntura.

Martes 25 de febrero de 2020

¡Púdranse, corruptos!


De las primeras situaciones adversas de las que se entera Joseph K., protagonista de El Proceso, de Franz Kafka, es de la corrupción infinita de los funcionarios. Hay un modo de ser, un estilo de oscuridad, una especie de manía sin límites de actuación perversa y pervertida de la burocracia, de la presunta justicia, de los encargados de la vigilancia, que aterra. Y así se va constituyendo el absurdo. Traídas estas situaciones de la perturbadora ficción kafkiana a nuestros viciados aires, podemos quedarnos sin respiración.
Se dirá que la corrupción es antigua, de vieja data, que nos llega casi por genética. Y, en gracia de discusión, digamos que es histórica. Que en los tiempos coloniales, con las instituciones de la Corona, todo se compraba y todo se vendía, en virtud de la obtención de la shakesperiana “vil ramera de los hombres”: el oro. Y los puestos del cabildo se subastaban. Y había un mundo proclive a los desafueros fiscales, a quedarse con los ejidos, a manipularlo todo para conseguir prebendas y canonjías.
No es gratuito que cuando alguien dice “Colombia”, la percepción inmediata es la de la corrupción sin límites. Somos corruptos desde los días coloniales, desde la Independencia, desde la república, más que todo republiqueta bananera, cafetera, cocainera. Y ahí estamos. Plantamos en el ejercicio permanente de los desfalcos públicos, los fraudes electorales, las coimas a granel, los contratos viciados, las extorsiones y sobornos, el amiguismo, el nepotismo…
Un país con una tradición vergonzosa de corruptelas, en la que hay que incluir la desaforada compra de votos; la compra del cambio de un “articulito” de la Constitución por notarías; el reparto e intercambio de puestos; el tráfico de influencias y un enorme catálogo de la lepra con la que se desfonda el Estado y se naturaliza la corrupción sin límites. Hay clientelismo político, clientelismo mafioso, clientelismo de mercado. Y en medio de la porqueriza, los dones y “pro hombres” de la politiquería se yerguen como iconos de semana santa, a los que hay que batirles ramos e incienso.
Y van saliendo los reyecitos, los emperadorcitos, los que se ríen por las medidas antipopulares que desgranan sobre los hombros de los pobres, los que creen que deben ser objeto de adoración porque manejan a su antojo el fisco, la nación, los hilos del poder. Y pueden poner una marioneta como presidente y a algún bobalicón como ministro. Todo vale para estar en la cima.
Lo peor es que no pasa nada. Nada de fondo. Como no ha pasado con las maniobras malolientes de Odebrecht, Reficar, con los miles de carteles (el de la hemofilia, el del papel higiénico, el de la comunidad del anillo, el de los cuadernos, el del cemento…), con los desfalcos a Colpensiones, a Ecopetrol, con Agro Ingreso Seguro. No joda. Es imposible citar la inmensidad de casos, incluidas las “chuzadas”. Un mar de podredumbre.
Las declaraciones de la excongresista Aida Merlano, protagonista de una fuga cinematográfica y cuya captura en Venezuela ha puesto al presidente colombiano como un hazmerreír internacional (al solicitar la extradición a Juan Guaidó) y a Maduro le dio —así parezca increíble— categoría de estadista, aunque no revisten novedad alguna, sí forman parte de una larga enfermedad, a la que hay que sumarle una impunidad infinita.
Ya es fama de que se trata de un país manejado por caciques y otros gamonales, por mafiosos y dueños de la clientela. Compran votos y hacen lo que se les da la gana, sin ley, sin castigo, sin asomos de vergüenza. La prófuga Merlano, entre su cauda de señalamientos, dijo que el empresario Julio Gerlein, junto a la familia Char, de Barranquilla, compraron votos para la campaña presidencial de Iván Duque en la segunda vuelta. La “inversión” en la compraventa de votos habría sido de seis mil millones de pesos, más una “recolecta” que los mandamases barranquilleros hicieron entre contratistas.
Esos asuntos de baja estofa son apenas muestras de lo que ha sido el eterno camino de la corrupción en un país sin transparencia, sin ética alguna, sin seriedad en su manejo. “Tener un Estado decente es un derecho humano central”, han declarado algunos pensadores, como el holandés Frans Geraedts. “Al fin y al cabo, sin un buen funcionamiento del Estado sus ciudadanos difícilmente pueden hacer valer todos sus demás derechos”, agregó.
La corrupción no es solo una consecuencia, un efecto pútrido de un sistema descompuesto, sino que puede ser la causa de su decadencia. Es lo que se advierte en Colombia, un país que se cocina en los propios excrementos de los corruptos. Esperemos que esa forma pecaminosa, delictiva y proterva de tener la corrupción como bandera, logre algún día tornar en podre, en pus, a los que la promueven y ejecutan.

Lunes 24 de febrero de 2020
La decisión de abortar de una mujer no es una tribuna de opinión

Por Natalia Acevedo Guerrero*

Durante los últimos días la opinión pública ha discutido un caso de interrupción voluntaria del embarazo en el departamento de Cauca. En los diferentes medios se especuló sobre las condiciones médicas de dicha mujer, su salud mental, el número de semanas que tenía al interrumpir el embarazo, el procedimiento usado para hacerlo, entre muchas otras cosas. Ante la ola de especulación y matoneo, Profamilia explicó categóricamente que no podía hacer pública ninguna información que comprometiera la confidencialidad de la mujer. Aunque sus explicaciones fueron claras, la narrativa nacional siguió reclamando detalles del caso, casi como si fuera una obligación.

Este episodio obliga a hacer una necesaria y urgente reflexión sobre la confidencialidad en contextos de salud. La privacidad de los pacientes y la confidencialidad de la información son fundamentales para construir relaciones éticas entre médicos y pacientes. Aunque hablar de confidencialidad en contextos médicos parece un principio obvio, hoy se habla de la confidencialidad médica como un “principio en decadencia”, ya que sus violaciones son cotidianas y se han normalizado en la práctica clínica. Nadie se ha salvado de ver fotos de historias clínicas o detalles sobre la salud de otras personas en redes sociales.

La confidencialidad es un principio fundamental para la ética médica y los derechos fundamentales por dos razones. La primera tiene que ver con las consecuencias que podría traer la revelación pública de información clínica de los pacientes. Imagínese que un día toda la información clínica de cada ciudadano esté al alcance de todo el mundo y sirva para discutir públicamente su información genética, sus hábitos buenos y malos, sus condiciones de salud mental, datos relacionados con su sexualidad, diagnósticos de VIH y cáncer, entre mucha otra información que podría generar altos niveles de estigma y discriminación en su familia, trabajo y en la comunidad. Ante esto, muchos pacientes simplemente dejarían de confiar en sus médicos y evitarían ir a buscar asistencia médica.

La segunda razón está relacionada con los derechos que tienen las personas a que su vida privada no sea revelada, su intimidad sea protegida y su autonomía para tomar decisiones en salud sea respetada. La normatividad colombiana ha desarrollado el concepto de “secreto médico” que cubre todo lo que el paciente le cuenta al médico durante la atención, y ha enfatizado la estricta reserva que tiene la historia clínica, entendida además como un “dato sensible” en la ley de habeas data. Aunque la confidencialidad médica se puede levantar en situaciones de extrema urgencia y/o riesgo para la seguridad o salud públicas, estas excepciones deben estar sustentadas en razones técnicas y no pueden depender de las construcciones morales o religiosas de cada profesional.

Violar la confidencialidad clínica puede traer consecuencias para las entidades de salud y profesionales de la medicina, tales como sanciones de tipo ético, disciplinario y administrativo. Por esto, cuando se viola la confidencialidad en casos de interrupción del embarazo, no solo se corre el riesgo de ser sancionado, sino que se pone en grave riesgo de violar derechos fundamentales, como la integridad de las mujeres que suelen ser sometidas a altos niveles de estigma y violencia, tal como lo mostró el caso de Popayán.

Este caso también obliga a pensar en los riesgos para la privacidad que corremos todas las personas cuando nuestros familiares y/o exparejas revelan datos sensibles sobre nuestra histórica médica en los medios de comunicación como una forma de intimidación. ¿Qué sentiría usted si un día los programas radiales, las redes sociales y los noticieros se concentran en escudriñar sus decisiones medicas más íntimas?

La empatía y el reconocimiento de la dignidad de todas las personas obligan a pensar que es necesario garantizar que ninguna otra persona vuelva a ser víctima de semejante escrutinio sobre su información clínica. Para esto, solo queda invitar a los pacientes a exigir su derecho a la confidencialidad en contextos de salud, y a los profesionales de salud a recordar su obligación ética y legal de guardar el secreto profesional y la confidencialidad clínica.


* Abogada. LLM. Candidata a la maestría en Bioética, University of Pittsburgh.

Sábado 22 de febrero de 2020
Estoy con el médico

SALUD HERNÁNDEZ-MORA
Si el médico tuvo la desdicha de recurrir a la pistola fue por creer que su vida corría peligro y nadie acudiría a salvarle.
Todos los días matan a dos víctimas de hurto en Colombia. Lo dice la Fiscalía General. No es un juego de niños. Es real. Y desencadena el eterno dilema que enfrentamos en los pocos casos en que el ciudadano de bien sale a defenderse con un arma
¿Qué prefiere? ¿Que muera el médico, que tiene pistola y sabe usarla, o que pierdan la vida sus asaltantes armados? Hay que elegir, no cabe escoger la opción “ninguno”. Se ve acorralado, amenazado por tres sujetos, y ningún policía lo auxiliará en una ciudad donde hay 240 agentes por cada 100.000 habitantes. Está solo ante el peligro. Dispara o le disparan.
Aunque armó mucha bulla por la foto y ser tres los muertos, una terrible desgracia, en realidad se trata de un caso aislado. La inmensa mayoría de las veces no permiten elegir: te matan y te vuelves mera estadística. En 2018 murieron 818 inocentes en hurtos. En 2019 fueron 716. Cien menos en un año. ¿Tenemos que aplaudir?
Salvo Natalia Jiménez y Rodrigo Monsalvo, antropólogos recién casados que asesinaron por quitarles el carro en La Guajira, una monstruosidad, los demás son NN que solo lloran sus familias.
¿Acaso los conocen quienes trinaron estos días, desde la atalaya de su impostada superioridad moral, frases obvias, estilo Pambelé?: “Para mí sería mejor que me roben a matar a tres”.
También Johan Acero, de 31 años, estudiante de Administración de Empresas y empleado de banca, que vivía en un barrio del sur de Bogotá, habría querido que se llevaran su moto y no hirieran a su mamá ni lo asesinaran a él. Pero no le dieron opción. Los ladrones dispararon a la madre en el pie y le pegaron un tiro en el pecho a él. Dejó viuda, un niño huérfano y a los suyos deshechos.
Uno de sus allegados me confesó que habría querido que Johan hiciera lo del médico. Que viviera él, una persona maravillosa, y no los dos que lo mataron y lograron escapar.
Difícil entender que la vida valga tan poco en Colombia, que la arrebaten por robar una bicicleta vieja, un celular gastado, una moto cualquiera, una cartera, el producido de un taxi. Y con una justicia insuficiente y lenta, y una policía raquítica, uno es quien debe cuidarse.
La inmensa mayoría lo hacemos sin ningún tipo de arma, eludiendo riesgos y limitando trayectos y salidas nocturnas. Otros, que pontifican en los medios, con escoltas armados y carros blindados. Los menos, con armas legales que están muy restringidas y rara vez alcanzan a utilizar.
El médico no salió de su casa ese día acariciando la 9 milímetros, buscando ladrones para matar. Si tuvo la desdicha de recurrir a su pistola fue por creer que su vida corría peligro y nadie acudiría a salvarle. Y no es delito utilizar las armas con destreza.
Obvio que sería preferible que los tres ladrones vivieran. Eso sí, a riesgo de que siguieran robando y torturando a sus víctimas hasta que un día mataran a una de ellas. También habría sido mejor para el médico entregar sus pertenencias sin violencia y seguir su camino. Ahora estaría tranquilo, sin temores a represalias ni la angustia de saber que segó tres vidas, así fuera en legítima defensa. Porque tendrá que desplazarse, proteger a los suyos, dormir con un ojo abierto y rezar.
Lo que sucedió volvió a destapar una problemática que nada tiene que ver con política, aunque muchos quieran llevarlo a la eterna división entre los autodenominados amantes de la paz y la convivencia y los malvados que exponemos realidades. En el 60 por ciento de los robos del año pasado hubo violencia durante el asalto y la víctima resultó herida, a más de una la dejaron inválida. Nuestras vidas les importan cero; solo el botín cuenta. Peor si son delincuentes habituales. La reincidencia, dicen psiquiatras, los vuelve más violentos, pero los magistrados de altas cortes, que habitan entre Marte y Cartagena de Indias, decretaron que es un factor irrelevante.
En la Colombia rural el problema es más cruento. Un par de ejemplos de los muchos que he vivido: salíamos de El Charco, Nariño, y un señor preguntó por la banda de piratas que asaltaba lanchas y botaba pasajeros al mar. “Los mató la guerrilla, no quedó uno”, respondió el piloto. Lo triste es que una ola de alivio inundó la embarcación. En Campoalegre, Huila, me dijo una señora con aire nostálgico: “Hay mucho ‘ladronismo’, ya no hacen limpieza social”.
No creo que el camino sea la barbaridad de permitir la venta de armas largas. Pero no hay policía suficiente, las leyes ayudan a los delincuentes, y con frasecitas de kínder y peleas politiqueras que promueven los santistas tampoco arreglamos nada. ¿Qué hacemos?
OTRA COSA. Magnífica actriz la Merlano en el culebrón que dirige Maduro. Quedaron a la altura del orfeón mediático y político santista que los aplaude.


Viernes 21 de febrero de 2020
El médico
Vicky Dávila

Esos asaltantes deberían estar en la cárcel y no muertos. Pero las autoridades fueron ineficaces y la justicia incapaz de ponerlos tras las rejas.
El médico que mató a tres ladrones en Bogotá no es un héroe, tampoco es un asesino; es una víctima. Un ciudadano al que el Estado no protegió como ordena la Constitución Política de nuestro país. Un hombre que se vio forzado a salvar su propia vida frente a la agresión de quienes lo atacaron, según su testimonio. Señalarlo, juzgarlo y mostrarlo como un delincuente, es una estrategia baja e indolente. Qué fácil es hablar desde un micrófono o desde la academia.Lo que pasó refleja la impotencia de los ciudadanos que se enfrentan indefensos a la criminalidad en las calles. La delincuencia tiene cercada a Colombia. La impunidad es la mejor aliada de los bandidos que saben que lo más probable es que aquí no les pase nada. A estos les pasó. No lo celebro, simplemente trato de ponerme en los zapatos de la persona que se vio obligada a disparar.
Doctor, no he dejado de pensarlo. He repetido una y mil veces las imágenes de las cámaras de seguridad que lo muestran caminando confiado y lento por el puente peatonal de la avenida 9 con calle 123, en el norte de la capital. Entiendo que usted después de ese día ya no es el mismo, aunque haya hecho lo correcto. Pienso en sus noches de pesadilla, creo que sueña con lo que pasó y vuelve a sentir terror. Su historia de formación demuestra que lleva casi toda su vida preparándose para salvar vidas, no para segarlas. Pero circunstancias de extrema necesidad lo llevaron a ese instante. Sé que usted quisiera borrarlo de su mente. Fueron segundos. Pero era su vida o la de ellos. Disparó, sí. No se equivoque, eso era lo que tenía que hacer. De lo contrario sus hijos y su esposa estarían de luto. Serían unos huérfanos y una viuda más, a los que nadie compensaría. Si usted no dispara, ellos habrían pasado el resto de sus vidas llorándolo y extrañándolo. Su nombre habría quedado solo en una estadística del crimen. Su foto estaría en los expedientes y sus victimarios seguirían tranquilos buscando como lobos nuevas presas. Sus pacientes apenas lo recordarían y para sus amigos en poco tiempo su recuerdo sería solo una triste anécdota. Nosotros los periodistas lo exaltaríamos como el médico que murió en un atraco y a la semana ya nos olvidaríamos de usted porque otra noticia coparía la atención. Me duele reconocerlo, pero así es.
Quizás esa noche usted se iba a morir. Estoy segura de que a ellos no les habría importado asesinarlo. ¿Cuántos colombianos han muerto mientras les roban un par de tenis o un celular? Estos tres hombres estaban armados: portaban por lo menos un cuchillo y lo amenazaron con una pistola. Ellos estaban dispuestos a todo.
El conductor del vehículo que esperaba a los asaltantes al otro lado del puente ya confesó. Era una banda de ladrones que tenía azotado el sector. Su testimonio es frío. Aceptó ante los investigadores que escuchó los disparos y emprendió la huida. Pensó que el muerto era usted y no sus compinches. Si usted no dispara, pero queda vivo, quizás habría emprendido el camino horrible del secuestro, la tortura y hasta la desaparición. Tantas cosas pudieron pasar esa noche. Pero usted se aferró a la vida, a su instinto de conservación, a su derecho a la legítima defensa. Usted no es el culpable de lo que pasó. Otros testigos ya han declarado como víctimas de la misma banda.
Usted no es un matón. Simplemente Colombia es un país muy violento e inseguro. Usted estaba solo contra tres, lo golpearon, lo hirieron, lo amenazaron con llevárselo. Es una fortuna que haya podido defenderse. Medicina Legal certificó que todos los disparos fueron a corta distancia y de frente. Solo uno de los impactos fue lateral y los investigadores ya tienen una hipótesis de cómo pudo suceder.
Conozco el nombre del médico y me niego a revelarlo. No quiero hacerle más daño del que ya sufrió sin buscarlo. No quiero exponer su vida y su carrera. Aquí no falta el ‘sabio’ que lo condene socialmente por lo que pasó. Estoy convencida de que la Justicia lo absolverá. Todas las pruebas están a su favor. Yo jamás he portado un arma. Pero bendita sea la que usted portaba amparada por la ley porque le salvó la vida. Jamás aplaudiría la justicia por mano propia y matar no debería existir ni siquiera como una palabra en el diccionario. Esos asaltantes debían estar en una cárcel y no muertos. Pero las autoridades fueron ineficaces y la Justicia fue incapaz de ponerlos tras las rejas. Simplemente a usted le tocó. Ellos lo dejaron en segundos sin opción. Como ciudadana lo siento. Como ser humano lo compadezco y me solidarizo.
Médico, siga adelante, vuelva a firmar con su nombre las fórmulas, siga luchando por la vida de sus pacientes, recupere la calma, disfrute a su familia. Sáquese a esas personas de la cabeza, no vuelva a recordar en cámara lenta lo que sucedió. Olvide sus miradas y sus palabras. Perdónelos, perdónese. No escuche a quienes lo aplauden, ni a quienes lo inculpan, refúgiese en quienes se compadecen de usted, lo entienden y lo aman. Olvídese de los inteligentes crueles que se atreven a opinar sin saber el infierno que usted está viviendo.
Ojalá se acabaran todas las armas, pero también todos los ladrones. Ojalá el caso del médico no se vuelva una epidemia. Estaríamos en emergencia. Pero antes de criticar piense que ese médico puede ser cualquier ciudadano de bien, su hijo, su esposa, su hermana o usted mismo. Ahí los papeles cambian y el criticonómetro también. Entre tanto: No general Zapateiro, a los colombianos no nos duele la muerte de Popeye, el sicario de Pablo Escobar. Nos duelen las víctimas y la sangre que derramó durante los años que por desgracia estuvo vivo.

Jueves 20 de febrero de 2020
Efectos negativos de los videojuegos
Los videojuegos violentos afectan las funciones cognitivas y emocionales de los jóvenes en tan solo una semana, según datos presentados ayer por la Sociedad de Radiología de Norteamérica.

Los videojuegos violentos afectan el desarrollo cognitivo de los jóvenes.
Los juegos de video causan un gran estímulo que ocasiona adicción y afecta el desarrollo emocional en los niños. Sin embargo, el estudio efectuado por la Universidad de Indiana demostró que en los adolescentes también tiene consecuencias negativas.
La investigación utilizó datos procedentes de resonancias magnéticas practicadas a 22 varones de entre 18 y 29 años, que fueron separados en dos grupos. El primero jugó 10 horas durante una semana, mientras que el segundo lo hizo por 14 días.
Los sujetos fueron sometidos a una resonancia magnética mientras realizaban diferentes tareas. El grupo que tuvo mayor exposición a los videojuegos mostró una menor activación del lóbulo frontal inferior al efectuar las pruebas emocionales que, además, reflejaron el uso de palabras violentas y una reducción en la capacidad para soluciones de tareas numéricas.
De acuerdo con el profesor Yang Wang, uno de los autores del estudio, los resultados evidenciaron que los juegos de video violentos tienen un efecto negativo en el largo plazo en las funciones cerebrales.


Miércoles 19 de febrero de 2020
Los videojuegos también pueden tener impactos positivos


Por: AFP
Según los investigadores contribuyen al aprendizaje y otros aspectos sociales.
Los videojuegos, bajo escrutinio por sus posibles efectos perjudiciales, también pueden tener un impacto positivo en la salud, el aprendizaje y otros aspectos sociales, afirman investigadores y creadores de este tipo de entretenimiento.
El poder de inmersión de los videojuegos puede aprovecharse para animar a los niños a seguir una alimentación saludable, ayudar a las personas mayores a mantener sus funciones cerebrales, e incluso para abordar problemas como la pobreza y el cambio climático, aseguran.
No todos piensan así. En una reciente encuesta en línea de la firma Harris, la mayoría de los estadounidenses consideró que existe un vínculo entre los videojuegos y las conductas violentas.
Y el vicepresidente Joe Biden, quien convocó a una reunión en la Casa Blanca después de la masacre de la escuela Sandy Hook en la que un hombre mató a balazos a 20 niños y seis adultos antes de suicidarse, dijo que se necesita investigar más sobre cómo los videojuegos afectan a los usuarios.
Muchos investigadores consideran sin embargo que hay poca evidencia de que este tipo de entretenimiento pueda hacer que los usuarios se vuelven violentos, y señalan numerosos impactos positivos.
"Los videojuegos pueden tener un impacto positivo, especialmente en las funciones psicológicas", dijo Jason Allaire de la Universidad estatal de Carolina del Norte (este), quien dirigió un estudio reciente que concluyó que los adultos mayores que jugaban videojuegos mostraban mayores niveles de bienestar emocional que los no jugadores.
Aunque la investigación no ofrece una clara relación causa-efecto, Allaire cree que futuros estudios científicos lograrán determinarla.
Este tipo de entretenimiento "tiene una mala reputación porque a menudo se juega en exceso", pero culpar a los videojuegos de los males sociales es "simplista", dijo Allaire.
"No hay ninguna prueba que demuestre que un videojuego violento puede generar conductas violentas", dijo.
Más enfoque y concentración
Las grandes empresas y los creadores independientes de videojuegos han desarrollado muchos títulos orientados a afianzar habilidades y hábitos positivos.
Jive Health, una empresa "start-up" fundada por el estudiante universitario Dennis Ai, produjo un juego para dispositivos móviles que insta a los niños a comer más frutas y verduras, con el objetivo de frenar la obesidad infantil.
"Los niños realmente disfrutan con este juego, es muy prometedor", dijo Ai, cuyo equipo ganó el premio Innovation Challenge patrocinado por la Asociación para un Estados Unidos más saludable, una entidad sin fines de lucro.
"No se puede enseñar a los niños hábitos saludables de alimentación con sólo darles un sermón".
Incluso los tan criticados "juegos de acción" pueden tener un lado positivo: un estudio de la Universidad de Toronto demostró que disparar o conducir en los videojuegos, aunque sea por un corto período de tiempo, mejora la capacidad de búsqueda de un objetivo oculto.
Según el investigador Ian Spence, estas habilidades visuales pueden ser útiles.
"Son necesarias para recuperar el equipaje en un aeropuerto, leer radiografías o resonancias magnéticas, interpretar imágenes de satélite, ver más allá del camuflaje o simplemente localizar a un amigo en una multitud", dijo.
Investigadores del Hospital Infantil de Boston mencionaron un videojuego para atacar a naves enemigas que puede ayudar a los niños con arranques de ira a regular sus emociones.
Cuando la frecuencia cardíaca del jugador sube por encima de un cierto nivel, los jugadores pierden su capacidad de disparar, enseñándoles así estrategias para mantener la calma, indicó un estudio publicado en la revista Adolescent Psychiatry.
Otro juego, "Darfur is Dying", fue creado por la Universidad del Sur de California para que los estudiantes tomaran conciencia sobre la crisis humanitaria en esa región africana.
Asimismo, un estudio realizado en 2004 mostró que los cirujanos que jugaron videojuegos cometieron menos errores, posiblemente por tener mejor capacidad de enfoque y coordinación.
Estimular el pensamiento y mejorar la memoria
Los expertos no descartan estas facetas de los videojuegos. El tema probablemente esté presente en la Conferencia de creadores de videojuegos de este mes en San Francisco, California.
Académicos especializados en videojuegos se reunieron el año pasado para analizar las posibilidades de este entretenimiento, convocados por la Oficina de Políticas de Ciencia y Tecnología de la Casa Blanca.
Carrie Heeter, de la Universidad de Michigan y participante en la reunión, dijo que los videojuegos contribuyen a enseñar la importancia de cuidar la salud, y sirve para aprender sobre trastornos médicos o contaminación. También generan otros efectos inesperados.
"Tenemos un estudiante de China que encontró motivación para aprender inglés por jugar 'Tomb Raider'", dijo.
La profesora de Northeastern University, Magy Seif el-Nasr, que estudia el impacto de los videojuegos, dijo que algunas personas juegan por la recompensa, otros para conectarse con amigos.

"Algunos juegos pueden estimular mucho el pensamiento", que puede ser especialmente importante para los adultos mayores, dijo Seif el-Nasr. "Este tipo de actividad de resolución de problemas promueve un mejor conocimiento y una mejor memoria a largo del tiempo".

Martes 18 de febrero de 2020
El que se emberraca pierde
Por: Felipe Zuleta Lleras
febrero 16
El destemplado episodio que vimos esta semana entre Vicky Dávila y Hassan Nassar debería servirnos a los periodistas para aprender. Desde que aparecieron las redes sociales los comunicadores con cientos de miles o millones de seguidores en Twitter se volvieron, literalmente, chiflados.
Tal vez por eso en esta época, más que en cualquier otra, algunos colegas están en una arrogancia e intolerancia absolutamente insoportables. A muchos se les ha olvidado que ellos no son la noticia. Han decidido dejar de lado la información para dedicarse a opinar sobre lo divino y lo humano. Se sienten intocables, infalibles y superiores a los demás mortales. Les resulta más importante su ego que la noticia. Y así van acabando con el periodismo poco a poco. Lamentable y censurable.
No soy quién para juzgar a mis colegas, pero tampoco puedo dejar de decir que Vicky y Hassan se equivocaron en materia grave. Ambos perdieron y perdió el periodismo. La ponderación que otrora los caracterizaba quedó en el pasado. Los dos violaron las más mínimas reglas de un buen periodista y tendrán que cargar con eso por el resto de su vida. Se han puesto una soga en el cuello que, tarde o temprano, acabará por ahorcarlos en su carrera como comunicadores. En el mundo de hoy, en donde los errores se los cobran a uno con saña, estos colegas serán recordados en las implacables redes por muchos años. Y no precisamente por las cosas buenas que han hecho en el ejercicio de su profesión, que han sido muchas, sino por este lamentable episodio.
Estoy absolutamente convencido de que Twitter enloqueció a muchos de mis colegas a quienes conozco hace años y quienes eran ponderados, sensatos. Hoy no son ni la sombra de como se comportaban antes de las redes sociales. Cada vez que leo un trino de algunos amigos periodistas pienso que definitivamente muchos de ellos, por cuenta de los miles o millones de seguidores, han lastimosamente olvidado la esencia del buen periodismo: la imparcialidad, la objetividad y la verdad.
El episodio de Vicky y Hassan dejó en evidencia que su egocentrismo los puso a patinar en materia grave. Ojalá todos aprendamos de esto, porque de lo contrario el periodismo en Colombia, tarde o temprano, acabará teniendo un entierro de tercera. Y me temo que no está muy lejano el día que eso pase.

A ambos les quiero hacer una recomendación afectuosa y respetuosa: cuando estén frente a un micrófono nunca pierdan sus papeles, porque el que se emberraca pierde.
Lunes 17 de febrero de 2020

El blanco: mujeres y líderes sociales


Por: Beatriz Vanegas Athías
12 Feb 2020
Angie Paola, Manuela y el victimario Argemiro Urrego estaban en un bar tomando con unos amigos. En ese mismo lugar él le pegó un puño en la cara a Angie y su amiga Manuela intervino para ayudarla. Todo quedó grabado en cámaras. Los presentes en el sitio iban a llamar a la policía, pero Angie dijo que no y se retiraron. Escribo sobre Angie Paola Cruz Ariza y Manuela Betancourt Vélez alumnas de Trabajo Social y Licenciatura en Español y Literatura, respectivamente, que fueron apuñaladas 18 y 14 veces, respectivamente, por el novio de Angie Paola. Tras lo sucedido ningún miembro de la casa donde vivían las estudiantes llamó a la policía. La llamada fue hecha por un muchacho cercano a Urrego a quien este llamó luego de cometidos los dos feminicidios.
De acuerdo con la Escuela de Estudios de Género de la Universidad Nacional, estas muertes se suman a la de una estudiante de la Licenciatura en Biología de la Universidad Pedagógica Nacional sucedida el pasado 28 de enero y cuatro feminicidios más en lo que va del año, y a los 11 casos reportados en 2019. Por su parte, la escuela de idiomas de la que era estudiante Manuela Betancourt manifestó su “consternación”. Es coherente que la Escuela de Idiomas de la Universidad Industrial de Santander manifieste su “consternación”, en lugar del “rechazo tajante” que no aparece. Es coherente, digo, porque desde hace dos décadas protege a profesores depredadores que acosan y matan de alguna manera a las jóvenes estudiantes de Literatura. Ojalá que la justicia que se clama al final del comunicado empiece por casa y la indignación y los debates no se centren en reclamar porque los colectivos femeninos y los estudiantes ensucian las paredes de la Escuela en sus protestas, mas no se mencione la existencia del acoso.
Estas actitudes perpetúan la naturalizada desconfianza hacia la mujer y más hacia la que crea un discurso, es decir, con los colectivos feministas que defienden a quienes son víctimas de los hombres. Y se sabe que los hombres no necesitan inventarse, ellos tienen el camino abierto desde que nacen para ser escritores, maestros, ingenieros, médicos. En tanto que la mujer necesita reinventarse y defenderse como pueda para no ser considerada una impostora que se invisibiliza (muerte académica y literaria) o se mata (muerte física) o se confina y destierra (labores domésticas y tradicionales). Por ello, al cierre de esta columna (9 de febrero), había posibilidades de que trasladaran a Argemiro Urrego a la cárcel de Palogrdo de Girón, pero, de acuerdo al informe del Equipo Jurídico Pueblos, el Juzgado 13 de Garantías de Bucaramanga varió la imputación del crimen cometido por él, de feminicidio a homicidio respecto a Manuela Betancourt Vélez.
Esta tipificación representa, según Gina Liz Pineda, fundadora del Observatorio Ciudadano de Feminicidios de Santander, la consolidación de un clima de impunidad; la denegación de los derechos a la verdad, la justicia y la reparación (al invisibilizar las razones de género en el asesinato de Manuela no hay verdad, y sin verdad no hay justicia ni reparación); la ausencia de perspectiva de género en las decisiones del juez al obviar un evidente feminicidio como el ejecutado en perjuicio de Manuela, y la comunicación de un mensaje dirigido a la sociedad según el cual la violencia feminicida es tolerada, no se investiga, ni se persigue, ni se sanciona, alejándose del derecho a la no repetición y perpetuando la creencia relativa a que la vida de las mujeres no tiene valor.
Coletilla. Rehuir y eludir el término feminicidio es un acto leguleyo infame, semejante a desconocer y pugnar por estigmatizar la expresión “líder social”. Por ello hoy, en este país con la guerra renovada, el blanco son las mujeres y los defensores de la tierra.
Sábado 15 de febrero de 2020

Origen de la Laguna de Tota


Antiguamente el hueco ocupado por la extensa laguna era un hueco desértico de tierra amarilla. En noches de plenilunio, se posaba sobre la cavidad una inmensa bola de fuego, de la cual salía Busiriaco, Dios de los Infiernos, que cuando llegaba desataba tormentas y fuertes vientos que alejaban las nubes del árido lugar.



Un día, el jeque Monetá reunió a todo su pueblo para ir a conjurar a Busiriaco y a la serpiente negra. Llegados al hueco oraron, ayunaron, hicieron ofrendas y danzaron; una bailarina lanzó un disco de oro a la serpiente negra, dejándola herida de muerte; al otro día, el jeque Monetá arrojó al hueco la esmeralda que había regalado Bochica al jefe Suamox; al caer sobre la serpiente, la piedra perdió su dureza, transformándose en honda verde y aguas transparentes, las cuales fueron creciendo hasta llenar el hueco.



Monetá y su pueblo alabaron a Bachué, Diosa de las Aguas, a Chiminigagua, el omnipotente Señor del Universo, después de lo cual apareció el arco iris y sobre él, la figura de Bochica. Desde entonces el sol saca porciones del guacata ya líquida, la lleva a los cielos y luego la devuelve en copiosa lluvia, que ha colmado de fertilidad la tan antigua esterilidad de aquel paraje. Se exploran guacatas en Muzú y Somondoco.


Viernes 14 de febrero de 2020

Chaquen Castiga a Tintoa y a Sunuba



Chaquen, el dios encargado de cuidar los términos o linderos de las sementeras, es también quien se encarga de castigar a los fugitivos del delito de adulterio, como ocurrió a Tintoa y Sunuba. Joven y valiente guerrero era Tintoa; se enamoró de la bella Sunuba, esposa principal de un príncipe. Cuando el marido de Sunuba marchó a la guerra, el nombró a su amante como guardián. El pueblo se enteró y expresó su disgusto por tan reprochable conducta. El príncipe se enteró a su regreso y decidió castigarlos. Los amantes huyeron para escapar al castigo, burlándose así de su señor y de las leyes. Ya el dios Chaquen sabía donde estaba. Los castigó entonces convirtiéndolos a ella en una especie de junco llamado “fijiza” y a él en carrizo o “sune”; ambos como vegetales.



Ella, condenada a vivir cerca del agua en los pantanos; él, condenado a vivir en tierra seca. De esta forma el dios Chaquen los separó hasta el final de los tiempos.
Jueves 13 de febrero de 2020


Leyenda de El Dorado



De todas las leyendas de América precolombina, ninguna ha sido tan universalizada como la de “El Dorado”.



Cada vez que se posesionaba un nuevo cacique, los muiscas organizaban una gran ceremonia. El heredero, hijo de una hermana del cacique anterior, quien antes de esto se había purificado aunando durante seis años en una cueva donde no podía ver el sol, ni comer alimentos con sal, ni ají, ni mantener relaciones sexuales con mujer alguna, era conducido a la vera de la laguna donde los sacerdotes lo desvestían, untaban su cuerpo con una resina pegajosa, lo rociaban con polvo de oro, le entregaban su nuevo cetro de cacique, un propulsor de oro y lo hacían seguir a una balsa de juncos con sus usaques o ministros y los jeques o sacerdotes, sin que ninguno de ellos, por respeto, lo mirara a la cara.



El resto del pueblo permanecía en la orilla donde prendían fogatas y rezaban de espaldas a la laguna, mientras la balsa navegaba en silencio hacia el centro de la laguna. Con los primeros rayos del sol, el nuevo cacique y su séquito arrojaban a la laguna oro y esmeraldas como ofrendas a los dioses. El príncipe, despojado ya del polvo que lo cubría, iniciaba su regreso a la tierra, en tanto resonaban con alegría tambores, flautas y cascabeles. Después, el pueblo bailaba, cantaba y tomaba chicha durante varios días.



Miércoles 12 de febrero de 2020


Leyenda de la Cacica de Guatavita



Guatavita era el nombre de uno de los más poderosos caciques muiscas, cuya esposa principal fue sorprendida por él mismo en flagrante delito de adulterio. El cacique hizo matar a su rival y obligó a su esposa a comer en público el corazón de su amante. Asustada, la cacica tomó en brazos a su hija y huyó hasta la laguna de Guatavita donde se arrojó. El Cacique, arrepentido, pidió a un sacerdote que rescatara a su mujer con sus poderes pero todo fue inútil. La cacica entonces se convirtió en la diosa tutelar de la laguna a quien los muiscas, supremos cultores del agua desde los arbores mismos de su civilización, transformaron en un adoratorio de cuatro kilómetros de circunferencia, 400 metros de diámetro y 20 metros de profundidad, a una altura de 3.199 metros sobre el nivel del mar, en donde, por medio de los sacerdotes o chuques, tributaban permanentemente a la diosa titular, quien, en forma de serpiente, de tiempo en tiempo salía a la superficie para recordarle a la gente la necesidad de plegarias, para renovarles su fe, en fin, para exigirles sacrificios y votos de toda especie.

Las ofrendas se hacían, por lo general, en figurillas de oro, tiradas por los creyentes y entregadas al sumo sacerdote para que éste, a su vez, sirviera de intermediario ante la diosa acuática, lo que hacia en medio de complicada liturgia, para después arrojarlas al seno de la laguna, donde moraba la diosa quien, satisfecha con las plegarias y las ofrendas, aplacaba su cólera, otorgaba perdón, era generosa con quienes la veneraban.

Este notable suceso daría origen a la ceremonia religiosa y política, conocida, desde la Colonia hasta hoy, como la leyenda de “El Dorado”.

Martes 11 de febrero de 2020


Leyenda de Bochica


Durante días y noches llovió tanto que se arruinaron las siembras; nadie volvió a salir de sus bohíos (casas), que también se vinieron al suelo, o se mojaron tanto que lo mismo servía tener techo de palma o no.

El Zipa, quien comandaba todo el imperio Chibcha, y los caciques, que eran como los capitanes o gobernadores de los poblados de la sabana, se reunieron para buscar una solución, pues no sabían qué hacer y el agua seguía cayendo del firmamento en torrentes. Se acordaron entonces de Bochica, un anciano blanco que no era de su tribu y quien había aparecido de repente en un cerro de la sabana.

Alto y de tez colorada, con ojos claros, barba blanca y muy larga que le llegaba hasta la cintura, vestía una túnica también larga, sandalias, y usaba un bastón para apoyarse. Él les había enseñado a sembrar y cultivar en las tierras bajas que quedaban próximas a la sabana; y a orar, y a tener una especie de código para los chibchas. Cuando se iniciaron las lluvias, Bochica estaba visitando el poblado de Sugamuxi (hoy Sogamoso), en donde había un templo dedicado al Sol.

Los chibchas decidieron llamarlo, porque pensaron que Bochica era un hombre bueno podría ayudarlos, o todo el imperio perecería a causa de la gigantesca inundación. El anciano dialogó con dificultad con los caciques, pues no dominaba su lengua, pero se hacía entender y le comprendían bastante. Se retiró a un rincón del bohío que tenía por habitación, rezó a su dios, que decía era uno solo. Luego salió y señaló hacia el suroccidente de la sabana.

Cientos de indios organizaron una especie de peregrinación con él. Se detuvieron después de varios días en el sitio exacto en donde la sabana terminaba, pero las aguas se agolpaban furiosas ante un cerco de rocas. Los árboles enormes y la vegetación selvática frenaban el ímpetu del agua. Bochica, con su bastón, miró al cielo y tocó con el palo las imponentes rocas. Ante la sorpresa y admiración de unos y la incredulidad de todos, las rocas se abrieron como si fueran de harina. El agua se volcó por las paredes, formando un hermoso salto de abundante espuma, con rugidos bestiales y dando origen a una catarata de más de 150 metros de altura. La sabana, poco a poco, volvió a su estado normal. Y allí quedó el "Salto del Tequendama". Dicen que Bochica, tiempo después, desapareció silenciosamente como había venido.


Lunes 10 de febrero de 2020

Leyenda del sol y la luna



El primer Sol, el Sol del Tigre, nació en 955 a.c. Pero al final de un largo período de 676 años, el Sol y los hombres fueron devorados por los tigres.

El segundo Sol era el del viento. Él fue llevado por el viento y todos los que vivían sobre la tierra, y quienes se colgaban de los árboles para resistir a la tempestad se transformaron en monos.

Vino a continuación el tercer Sol, el sol de la Lluvia. Una lluvia de fuego se abatió sobre la tierra, y los hombres se transformaron en pavos.

El cuarto Sol, el sol de Agua, fue destruido por las inundaciones. Todos los que vivían en esta época se transformaron en peces.

El agua recubrió todo durante 52 años.

Pensativos, los dioses se reunieron en Teotihuacan:

– Quién se va a encargar ahora de traer la aurora sobre la tierra?

El Señor de los Caracoles, célebre por su fuerza y su belleza, hizo un paso adelante:

– Yo seré el sol, dijo él.

– Alguien más?

Silencio.

Todos miraron al Pequeño Dios Sifilítico, el más feo y desafortunado de los dioses, y decidieron:

– Tú.

El Señor de los Caracoles y el Pequeño Dios Sifilítico se retiraron a las montañas, que hoy son las pirámides del Sol y de la Luna. Allá, en ayunas, meditaron.

Luego los dioses formaron un inmensa hoguera, contemplaron el fuego y los llamaron.

El Pequeño Dios Sifilítico tomó impulso y se tiró a las llamas. Resurgió enseguida después y se elevó, incandescente, en el cielo.

El Señor de los Caracoles miró la hoguera ardiente, el seño fruncido. Avanzó, retrocedió, se detuvo, dio varias vueltas. Como no se decidía, exasperados, los dioses lo empujaron. Pero antes de que se elevara en el cielo, los dioses, furiosos, lo abofetearon y le pegaron en la cara con un conejo, tanto que le retiraron su resplandor.

Fue así que el arrogante Señor de los Caracoles se volvió la Luna. Las manchas de la Luna son las cicatrices de su castigo.

Pero el Sol resplandeciente no se movía.

El gavilán de obsidiana voló hacia el Pequeño Dios Sifilítico y le preguntó:

– Por qué no te mueves?

Y respondió, él, el menospreciado, el purulento, el jorobado, el cojo:

– Porque yo quiero la sangre y el reino.
Este quinto Sol, el Sol del Movimiento, iluminó a los toltecas e iluminó a los aztecas. Tenía garras y se alimentaba de corazones humanos.